How I see the world

domingo, 16 de noviembre de 2014

Otoño impaciente.

Tal vez este otoño ya no sea el mismo,
tal vez tus brazos ya no sirvan de abrigo.
Tal vez las hojas caigan sobre el mío,
tal vez recuerde que dejaste a medias tu camino.

Y qué decir tiene que en la noche del frío no me libere,
¿acaso era yo friolera, antes de que te fueras?
¿acaso no lucía yo mis manos, cual viejo mago?

¡Ah, pero qué frío tan deseado, ya lo entiendo
eres tú, cuidándome desde el cielo!
Mi protector, mi vida, mi hombre sereno,
ya no cabe duda, eres tú abuelo.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Hoy estaba mirando con unos amigos varias imágenes en blanco y negro de distintos lugares de Londres. Rápidamente supimos que uno de ellos era en el London Eye; otro, en el Big Ben y otro más, en el Buckingham Palace y, al intentar adivinar el siguiente me quedé fascinada al darme cuenta de lo que estaba viendo. Increíble, era un castillo montado en infinitas nubes en el cielo, como si estuviera flotando sobre éstas. 
Creo que pensé demasiado alto porque una voz retumbó en mis oídos: '¿Pero qué dices? estás ciega, eh, tía, ja, ja, ja'.
Con todo esto lo que os quiero decir es que qué feliz me sentí en ese momento, al pensar que para la supuesta realidad mayoritaria yo estaba equivocada, pero para los que viven con la felicidad y magia en sus venas, para los 'equivocados', les alegra escuchar algo así, y mucho. Nos damos cuenta de lo realmente afortunados y diferentes que somos respecto al resto en ese aspecto y que ese sentimiento de Peter siempre te va a acompañar, que tu forma de vida sea la ficción y tu dios, Robin Williams. Doy gracias por haber visto nubes de algodón en vez de árboles.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Para ti.

Dicen que, cuando alguien se va, una estrella más ilumina nuestro cielo. Llevo seis meses mirándolo cada noche, pero no te encuentro. Tal vez sea porque creo verte en todas ellas, o tal vez porque me apene la idea de que te has ido y que aún no me he dado cuenta.

A veces, cuando me encuentro con tu mejor amigo, me dan ganas de ir corriendo y darle el abrazo más grande del mundo y llevarme así horas, como te hacía todas las mañanas.
A veces, cuando paso por ese bar, nos imagino bebiendo nuestras súper coca-colas y también te imagino exigiendo aceitunas aliñadas para tu nieta.
A veces, duermo con tu camiseta por las noches bajo la almohada para intentar soñar contigo, para cogerla y abrazarla hasta que amanezca, o para secarme las lágrimas si te recuerdo.
A veces, extraño tus voces diciéndome que soy una torpe, que no diga nunca más la palabra 'hostia', o que me centre en los estudios y me deje de fiestas.
A veces, recuerdo tu olor, tu risa y el tacto de tu barba.
A veces, sólo a veces, me paro y pienso lo difícil que se me hace no tenerte cerca y las ganas que tengo de decirte lo mucho que te quiero.

Es raro ir a verte a un lugar inhóspito, cerrado y oscuro como es el cementerio, como es tu tumba, y me impotencia el sólo pensar lo agobiado que tienes que estar ahí dentro. No es tu hábitat. Nunca lo ha sido. Un sitio vacío, lleno de sentimientos perdidos. Tú eras más de reuniones familiares en el campo, de disfrutar día a día cómo tus nietos ya no te llegaban por la cintura y en comentar lo mejores personas que se estaban haciendo con los años.

Si puedo culparte de algo, es de todas las broncas que me has echado durante 18 años de mi vida, de preocuparte tantísimo por mí, y de quererme como a una hija. Creo que son motivos suficientes para quererte con locura y sentir que te necesito cada segundo. Quizá, me cuesta ver qué decisiones son las correctas para elegir y andar con soltura en mi propio camino; quizá sea una irresponsable que pasa de todo lo negativo que me rodea. Pero de ti no puedo alejarme. Es algo inevitable el no mirar tu foto cada vez que entro en casa y regalarte una sonrisa, y rodear con mis brazos uno de tus bastones. Haces que sea tan fuerte como ese bastón de madera robusta que tanto se te asemeja. Estabas echo de una materia dura y fuerte, serena, y en la que te podías apoyar cuando todo iba mal. Estabas echo de una materia especial, incluso podría atreverme a decir que de una materia mágica, que pocos teníamos el gusto de conocer.

Y hoy, 26 de septiembre de 2014, tengo el gusto de decir que, a pesar de todo esto, soy la niña más feliz del universo. Gracias y mil gracias por hacer de mí una chica generosa, sencilla y sin prejuicios. Desde aquí te mando todas las bendiciones que pueda regalarte, infinitas.




Siempre en mí.


miércoles, 17 de septiembre de 2014

¿Hasta dónde es capaz llegar el ser humano para alcanzar la fama?

En mi opinión, creo que es muy triste la falta de autoestima y poca dignidad que poseen los famosos tertulianos de hoy en día. Parece increíble hasta dónde puede llegar una persona por la fama, por ser lo más conocido posible, sin importarles el qué dirán, incluso metiendo mierda de ellos mismos sólo para conseguir polémica, audiencia y algo de pasta. Pero hay algo que me apena aún más: la gente que los ve y los apoya.
Dichos famosos del cotilleo se pasan gritando horas en un plató de televisión, humillándose los unos a los otros y perdiendo la intimidad que puedan tener. Y lo mejor de todo es que les da igual, es más, se lo agradecen entre ellos ya que dormirán esa noche con un sobre lleno de billetes bajo la almohada.
Además, por si fuera poco aguantarlos en sus intervenciones por los medios de comunicación, también tenemos que aguantar ahora cómo 'escriben' y venden libros sobre su vida, de cómo se hicieron famosos o a saber de qué... Libros que resultan ser best-sellers en librerías a manos de niñas de quince años. Ni Valle-Inclán puede hacer eso.
Es absurdo pensar que una cría pueda llegar a algo el día de mañana si se alimenta de dichas tertulias, y que encima, cuentan con el apoyo de los padres( ellos lo ven como algo normal y/o 'de moda').
En conclusión, creo que la gente debería empezar a darse cuenta de que si eso es lo que les llena en la vida, y que si verdaderamente ven normal lo que hacen y les merece la pena. Programas como 'EL intermedio', sí pueden enseñarle valores a tus hijos. Y a ti. 'Sálvame Deluxe' o 'Myhyv' también: una mala educación, o quién sabe, un embarazo indeseado.

jueves, 3 de julio de 2014

26 DE JUNIO DE 2014.

En un día como este de hace tres meses, el hombre más importante de mi vida se fue. No han echo falta meses para olvidarle, ya el primer día de su pérdida lo echaba de menos. Y el sentimiento va creciendo a medida que pasan los días y no lo veo conmigo. Los atardeceres ya no tienen ese color especial como cuando estaba él, ahora son mejores.
Hoy hace un día soleado, qué pena que no podamos disfrutarlo juntos. Apuesto a que estaríamos sentados en el bar junto a su casa tomándonos un refresquito, una Coca Cola Zero de las que tanto le gustaban, a las que llamaba al pedirlas: ' dame mi cacharrito y otro cacharro de esos pa' esta guapa', acompañado de unas aceitunitas que siempre pedía para su nieta pequeña favorita, osea yo. Solía decir que, con tan sólo bebernos eso, ya nos emborracharíamos. La verdad, lo parecía. Estábamos tan unidos... Cada tiempo que pasaba con él, parecía el último, los disfrutaba tanto que pareciera que estuviera hablando con un niño de ocho años. Era increíble el grandísimo corazón que tenía, y sus ganas de vivir. Pero al abrazarle fuerte y darle besos por toda la cara, notaba que no era así por fuera. Por fuera tenía una barbilla rasposa, la de un hombre de 74 años que se había criado en el campo, con sus borregas, y las cuales había sustituido por otras a las que seguía cuidando, y que así sería hasta el fin de sus días. Y así nos parecía que sería, pero justo antes de aquello, de aquella maldita enfermedad que nos lo arrebató.
Su presencia sigue hoy con todos nosotros y, aunque no podemos verlo, estamos seguros de que él nos cuida tal y como lo hacía cuando estaba aquí, o incluso mejor... Y eso, quien mejor lo sabe es mi abuela, a la cual le hemos cambiado el nombre por 'abuelita'. Se ha vuelto aún más pequeñita desde entonces, y no solo por fuera. Verla todo el día con la mirada perdida, y suspirando 'Ay qué penita más grande, qué penita...', me hace pensar en los momentos tan felices que habrán vivido juntos. Y los malos, que tampoco fueron pocos, pero que se esfumaron con el paso de los años y que hasta hace tres meses, seguían juntos como una piña.
Era un hombre ejemplar, y eso nunca vamos a borrarlo de nuestra mente. Ni sus bastones, ni sus sombreros. Ni su risa, ni sus historias. Tampoco su olor a jovencito y las ganas que tenía de vivir hasta los ciento y pico. Vivir con él 18 años y que me tratara como una hija ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida, y hoy, me siento con ganas de contároslo.
Te sigo queriendo con toda mi alma, abuelo, y desde aquí, te mando todas las bendiciones que mi corazón puede regalarte, infinitas.
Gracias por ser como has sido, gracias por protegernos siempre, y gracias por haber existido. Te quiero mucho, muchísimo, pastorcito. Y eso, nunca va a cambiar.

lunes, 16 de junio de 2014

632 kms (13)

Por la noche, andaba algo triste. Por una parte, porque sabía que algo en Samu se había accionado, pero que ni él mismo quería saberlo. Y si él no quería...nunca podría expresar sus sentimientos conmigo. Por otra parte, imaginar que podría perder a Esca por no corresponderle me ponía enferma...Hasta hoy, el que de verdad me había demostrado las cosas y no le había importado el qué pensarían, el que viva a kilómetros, el que nunca me había visto, había sido sólo él. Pero quizás el saber que a él siempre lo tendría y que a Samu tendría que currármelo para que volviera conmigo, es lo que me hacía no caer, no tirar la toalla a la mínima de cambio, y seguir luchando por alguien por el que había sentido tanto. Y que seguía sintiendo. Yo sola me motivé, y desde ese momento, me propuse pasar de él. Bueno pasar...hacer como la que pasaba, y que quien me importaba ahora era Esca. Y hablarle de él. Aunque no fuera verdad, creía que funcionaría.
Y así fue. Iban pasando los días y ya era él quien me hablaba, quien me preguntaba cómo me iba todo y que qué sentía realmente por Esca. Yo le decía que un cariño especial; otras veces, que me veía saliendo con él y que lo veía muy real todo, que si aceptaba salir con él, las mentiras acabarían y la paz llegaría a mí. Samu me daba la razón, y me 'animaba' a que saliera con Esca, pero yo no me lo creía. Demasiados meses hablando con él cada día por Msn y Tuenti falso como para no conocerle.
Cierto día, vió que tenía puesta en Msn una foto de un chico. Me preguntó que quién era, y le dije la verdad: Esca. No se por qué me dijo indirectadamente que estaba celoso y que le dolía que lo hubiera olvidado tan rápido, que pensaba hasta hace poco que seguía enamorada de él. 'Y así es, imbécil...', pensaba yo constantemente. Le dije que una se cansa de chicos inexpresivos, de chicos que no sabes si están por ti, o si siguen con su ex-novia. Y que olvidarle, es lo mejor que me podría venir. Su respuesta fue: no decirme nada. Nada. Seguía como antes, cerrándose. Opté por empezar a pasar de él, pero de verdad.
Los días pasaban y las cosas con Esca iban a mejor. Me llamaba todas las noches a nuestra hora especial, me contaba aventurillas que le pasaban cada día, y hasta me presentó por Msn a su hermana pequeña de 9 años, que tenía la misma edad que mi hermano. Nos llevábamos muy bien; además, ella me animaba a que saliera con su hermano porque decía que 'Tete no para de hablar de ti y eres muy guapa, yo te quiero como hermanita, no a la feita de Nuria'. JAJAJAJA. Esta niña me encantaba, dios. 'Ojalá pudiera salir con tu hermano, cariño, pero los mayores somos muy complicados, no sólo basta que nos gustemos, a veces hay muchos obstáculos y...bueno, yo quiero mucho a tu hermano, es muy buen niño, y quién sabe, tal vez algún día...' . ¿De verdad le había dicho eso a la niña? Recé para que Esca no lo hubiera leído. Pero supongo que no recé del todo bien porque al segundo me respondió con un: 'Tami, termina la frase, por tu madre'. El corazón se me puso a mil, porque sabía que era Esca quien había escrito eso. Para empezar, porque Sara, su hermanita, me llamaba Tamita. Y en segundo...porque lo conocía demasiado bien.

viernes, 13 de junio de 2014

632 kms (12)

Ambos colgamos. Se le veía decidido y seguro de lo que decía. Pero yo, sintiéndolo mucho, no le creía. O no quería creerle.  Me di cuenta al hablar hoy con él que todo el cariño que le había cogido, las ganas de besarle, y de abrazarle y de no soltarlo, solo eran parte de mis carencias afectivas por parte de Samu. Mi relación con Esca era la de dos adolescentes que se conocen en un momento de sus vidas en las que echan en falta algo de cariño, y se apoyan en la primera persona que les demuestra sinceridad y ganas de vivir. Para mi Esca, él ya lo sabe, se ha convertido en alguien muy especial, que siempre me va a tener ahí para lo que quiera, menos para una relación sentimental. Mi corazón ya no aguanta más desengaños, y estoy dejando de creer en el amor...
Al día siguiente, era sábado. Me desperté temprano, apenas había dormido. Abracé a MiniEsca, me levanté de la cama con él bajo mi brazo y fui a la cocina a hacerme un Colacao. Mi madre notó mi cara de cansancio, pero no me dijo nada. Estuve toda la mañana viendo 'Los hombres de Paco', mi serie favorita, y me conecté cuando terminé de ver el tercer capítulo de la primera temporada. Qué sentimental me ponía esa serie... Nada más conectarme a Messenger, me abrió Nuria, la hermana del mejor amigo de Esca, Álvaro. La conocí por su hermano, que le dio mi Msn porque Esca le hablaba de mi y le caí bien, o eso parecía. La verdad, nunca me dio buena espina esa chica, pero tampoco me parecía mala niña. Tenía 12 años y la trataba como si fuera mi hermana pequeña. Al cabo de un rato de conversación, noté que para lo único que me quiso hablar fue para, entre indirectas, decirme que le molaba Esca desde muy pequeña. Sin querer y sin pensarlo, me puse celosa. Estaba echa un lío... ¿Por qué me comportaba así si de quien estaba enamorada era de Samu? En fin...fue algo que no entendí. Le dije que intentara cuanto quisiera, pero que él solo la vería como una hermana, nada más. Me respondía con aires de superioridad, pero yo sabía de quién estaba enamorado mi Escalestrix. Y ahora, ¿por qué pensaba 'MI'? Uf...ayer fue una noche de bloqueos, de miedos, y de confesiones. Bueno, una cosa tenía clara: tenía que seguir hablando con Samu, intentándolo con él, que resurgiera la magia de nuevo, y... como ayer bien dijo Esca: 'el que la sigue la consigue', ¿no?
Busqué en mi lista de contactos a Samu y ahí estaba, conectado. 'Vale; ahora le hablas tranquila, sencilla y directa', me dije.
Hablamos como dos amigos, por lo menos por su parte, así que, aprovechando eso, le hablé de Esca. Hizo como el que le daba igual la cosa, y me preguntó por qué no salía con él o algo, que no le echara las culpas a la distancia porque nosotros dos estuvimos saliendo, aún viviendo él en Guadalajara y yo en Huelva. 'Vale, sé clara', pensé rápidamente. Le contesté con un: 'Samu...sabes perfectamente que lo nuestro era especial, hasta que decidiste dejar de conectarte y salir con aquella chica de tu pueblo. Para mí no fue fácil, es más, sigue sin serlo...Samu, te sigo queriendo. Y si no sientes ya lo mismo por mí, y además, te molesta, no tienes más que decírmelo y te dejaré en paz de una vez por todas'. Las piernas me temblaban, la boca se me secó y el corazón me iba a mil. Samu era el único chico por el que había sentido de verdad, aún estando a 700 kms. A veces era un poco infantil e inseguro. A veces, era el chico más mono y dulce del mundo, y otras, hacía cómo que no le importaba nada. Y yo ya lo conocía, sabia que cuando hacía esto último, era porque quería huir del problema y no afrontarlo. Le seguía gustando, y yo lo sabía, pero tenía que hacérselo ver.
Seguí esperando una respuesta que nunca llegó, asique empecé a llorar de impotencia y apagué el ordenador de mala gana. Era un jodido gilipollas que pasaba de mí, pero que me encantaba...

martes, 10 de junio de 2014

632 kms (11)

Un agudo y fugaz dolor en el pecho me impedía pensar. No podía dejar de mirar la última frase del texto. ¿Estaba esto pasando? A ver, Tami, eres una caprichosa, y lo sabes. Ahora mismo estás débil, y si escoges el camino fácil, te irá aún peor... Dile que lo sientes, pero que no estás enamorada de él (porque es verdad) y aclara las cosas de una vez por todas. Eso es, seguridad y sinceridad. Vamos pequeña, que no te de vergüenza.
Acaricié suave el teclado y comencé a mover los dedos sin pensar en nada, solo en lo que sentía.
'A ver Esca, yo...me he quedado sin palabras, en serio. Todo lo que me has dicho es...precioso, y para venir de ti, cualquiera diría que lo has dicho con el corazón en la mano. Pero es que...no puedo creerte. Es más, me resulta gracioso. ¿Cómo pretendes que me crea que en dos semanas y media te has enamorado de mí sin haberme visto al menos por Skype? Que ya es decir... Jajaja, lo siento, mira que soy inocente, pero no puedo creerte. Ni yo, ni fijo que nadie. No sé para qué ni por qué lo haces, pero lo único que me provoca es risa. No tiene sentido, y además, es que tú también lo sabes. Sabes que estoy enamorada, 'obsesionada', llámalo como quieras, de Samu. Confié en ti y me dejé aconsejar por alguien que desde el primer momento me transmitió más confianza que cualquiera que los que conocía. Y ahora...sabiendo mi situación...me vienes con estas. Te juro que no te entiendo. Eres un niñato que va de maduro y de pasota y luego me dices que me quieres. ¿Por qué yo?, ¿por qué no alguna de tantas a las que te tiras en los baños de las discotecas? Sé que, por tu personalidad, no eres de redes sociales y aún no entiendo por qué sigues hablando conmigo, pero... por favor, no me mientas, y si lo que quieres es que dejemos de hablar, aunque me de mucha pena, te ignoraré, pero no me mientas...'
Tras decirle esto, me quedé mirando la pantalla con las lágrimas casi saliendo del globo ocular, y con ganas de romper algo. Qué asco me da la gente que te cuenta historias, en serio... El silencio se hizo entre nosotros y me empecé a sentir mal. Leí lo que le había escrito imaginándome que era él quien lo leía, y antes de llegar a la penúltima línea, se desconectó.
'Esca...perdóname, no tendría que haberme puesto así...Joder...lo siento, lo siento por ser tan borde y siento si te ha molestado que me haya echo gracia, pero por más que lo relea no puedo creerte...Espero que lo entiendas. Un beso, y buenas noches.'
Ya era la 1:00 am así que apagué el ordenador, cogí a MiniEsca y me metí en la cama solo con una camiseta ancha puesta. Apagué la luz y me quedé mirando a la nada, en vez de dormir. Sentía pena y asco al mismo tiempo. Asco, porque sería otro más del montón que me haría ilusiones y que luego me dejaría 'tirada en alguna cuneta en la meta de la soledad' sin importarle mis sentimientos. Sonreí leve al pensar esa frase, qué boba... Si es que en realidad le había cogido cariño, pero...el miedo se apoderaba de mí a más no poder. Pero era tan guapo...y taaaaan protector... ya le echaba de menos.
Cogí el teléfono que siempre guardaba bajo mi almohada y vi que era la 1:29 am. Dudé un momento y sin pensarlo mucho marqué su número mordiéndome el labio preocupada y, justo cuando iba a pulsar el botón de llamada, me di cuenta que me estaba llamando él. Dios mío, que conexión teníamos...
Me puse nerviosa y al tercer toque se lo cogí y me lo pegué a la oreja derecha, abrazando a Mini con el brazo izquierdo. No dije nada.
- Tami,¿estás ahí?
- ...
- Tami, venga, va, no te enfades, boba... Sabía a lo que me arriesgaba si te decía eso, tú no tienes la culpa de nada. Es más, te doy la razón, y te entiendo como nadie, porque yo soy de mandar a las tias a tomar viento cuando me dicen que quieren verme al día siguiente de nuevo tras haber pasado sólo una noche con ella. Solo te digo que si todo lo que me has dicho lo piensas realmente, no te preocupes, porque yo seré el primero que te dejará en paz y hablará menos contigo y en otro tono. Pero si de lo contrario, solo me has dicho todo eso, que me ha dolido bastante, por cobardía...eres una niñata... Entiendo que tengas miedo, pero yo ya tengo diecisiete años, y laa ideas muy muy claras, desde siempre. No hace falta que digas nada, Tami, pero si de verdad solo me ves como un amigo, no te preocupes porque aquí seguiré, aguantando tus sollozos nocturnos por un gilipollas que no te valora y que no merece ni que le saludes. Bueno....ya te he dicho todo lo que pensaba, entiéndeme y, de verdad, piénsatelo bien. Buenas noches princesa, soñaré contigo, hazlo tú también, anda.
-Esca, yo...
-Shhh, no digas nada... Descansa, pitufa. Estoy tranquilo. El que la sigue la consigue.

lunes, 9 de junio de 2014

632 kms (10)

'Esca está escribiendo...'
Me ponía enferma. ¿Por qué estaba tardando tanto en teclear? Miraba durante segundos la pantalla del ordenador, con el codo sobre la mesa y la barbilla apoyada en mi mano. Qué sueño tenía...Joder, y de pronto deja de escribir. Y vuelve a hacerlo. Y vuelve a borrarlo sin enviar nada. ¿De qué iba este tío?
Y justo cuando estaba escribiéndole que me iba a la cama, que estaba cansada de esperarle para que luego no fuera capaz de decirme nada, aparecieron sus letras bajo el saludo que me había mandado apenas 15 minutos atrás. La tripa dolía como una fuerte patada en el estómago y un escalofrío me recorrió el cuerpo en una décima de segundo al leer las primeras líneas:
'Tami, mira...tú...o sea, quiero decir, yo...bueno, es igual. Desde que me agregaste a Tuenti hace tan solo dos semanas y media, desde que me escribiste la primera palabra, desde que vi tu foto... Joder, por qué  me cuesta tanto decirte esto... Nunca me he cohibido con nadie, ¿vale? Sabes que soy como una bala perdida que va de un sitio a otro sin rumbo alguno, y que no sabe cuando parar. Pero contigo...contigo es diferente. En estos poquísimos días hemos hablado todos y cada uno de ellos, te he contado muchas cosas que nadie de mi familia, ni siquiera mi mejor amigo, Álvaro, las sabe. Y no se por qué. Hasta hace un momento. Unas horas. Tami...no me ha echo falta conocerte en una estación de tren, en un gimnasio, o en el bar de la esquina para darme cuenta de lo maravillosa y perfecta que eres. Sin quererlo y sin buscarlo apareciste. Y le diste un giro a mi vida de 360º, y aún no sé cómo ni por qué pero no te me quitas de la cabeza en todo el día, y yo...yo me voy a volver loco... Ahora mismo estarás pensando que qué coño ando diciéndote todo esto si para ti solo soy un desconocido al que has cogido algo de cariño porque te he ayudado a desahogarte, a tranquilizarte, y cuando me dices que me quieres...sé que no lo haces de la misma forma que yo, porque es normal, ha apsado muy poco tiempo desde que aquél chico y tú lo dejásteis, y aún sigues pillada por él, pero es que...
Tami, yo... me he enamorado completamente de ti y me he dado cuenta de que aunque mil tías se me pongan delante, tú siempre vas a estar la primera en mi lista. Y lo sé, porque en diecisiete días que llevamos hablando, quince te he tenido cerca. En mi cama, en mis sueños. Con todo esto no te quiero asustar, y lo que menos quiero ahora mismo es que me des una respuesta precipitada y confusa. Quiero que lo pienses con tranquilidad, que hagas lo que sientas realmente y que si eliges la opción negativa, seguiré estando aquí hasta que aguante. Apoyándote, sacándote mil sonrisas, mirando con cara de gilipollas todas las fotos que me pasas y repitiéndote una y otra vez lo guapa que eres. Bueno, creo que ya he dicho suficiente por hoy, además, me va a dar algo, asdfghjklñ, porque no sé que estarás pensando, ni... bah, pitufa... sólo respóndeme con sinceridad y me quedaré tranquilo de una vez por todas, ¿vale? Cariño... ¿estarías dispuesta a salir conmigo y mantener una relación a distancia, aún sabiendo todo lo que conlleva?'

lunes, 2 de junio de 2014

632 kms (9)

Me quedé dormida abrazada a MiniEsca y con una mano por fuera del colchón, sujetando el teléfono. Mi madre vino a despertarme como cada mañana, y hasta la quinta voz no me levanté. Miré a mi derecha y vi su foto sobre mi mesita de noche. Me mordí el labio sonriendo y la besé y abracé. Ya me había alegrado la mañana. Me vestí a toda hostia escuchando Pignoise, me bebí un súper Cola Cao como siempre y cogí la mochila y la carpeta, esa que estaba forrada con todas las fotos que me había pasado de él. Ah, era taaaaaaaaaaaaaan guapo...
Me quedé toda la hora de Historia embobada mirando la parte de atrás de mi carpeta, esa que tenía de fondo toda su cara. Le miraba a los ojos, tanto, que podía fundirme en ellos... Seguí una linea recta hacia abajo, observando cada detalle de ese rostro que me tenía loca, y me topé con su boca. Era preciosa, unos labios perfectos, carnosos y bien definidos. Y el pelo... el pelo daban ganas de acariciarlo y olerlo mientras lo tenías a él sobre tu regazo. Y esa camiseta Vans que llevaba puesta...esa que sería mía en nada, en apenas un año. Ay, dios...despierta, Tamara. Si ni estáis saiendo. Hay algo especial desde el primer momento en el que te agregó a Tuenti y hablásteis esa noche, pero no va a pasar de ahí...
Tocó la sirena de fin de clases por hoy y corrí como loca hacia mi casa. Estaba deseando llegar. Encendí el ordenador y no estaba conectado. Jo... Aproveché, comí e hice tareas. Eran las 16:10h y no se había conectado aún, qué raro... Como tardaba, me acabé quedando dormida sobre el escritorio, y al despertarme, vi un mensaje suyo diciéndome que esta noche hablábamos, que tenía algo importante que decirme, que me cuidara en ese ratito en el que no estaba él y que me quería.
Me pasé toda la tarde pensando en qué podría ser... ¿querría dejar de hablar conmigo?, sí, podría ser, estaba siendo algo pesada, pero es que necesitaba cariño después de todo lo que había pasado este año atrás, y él me cuidaba tan bien... ¿Querría que viésemos una de esas pelis que a veces veíamos a la vez para comentarlas?, ah me encantaría :3... ¿O tal vez quería proponerme algo?... Qué nervios, eran las 20:00h y aún no se había conectado. Justo cuando volví de cenar, sobre las 22:00h, me dio por volver a mirar Msn, y ahí estaba, con un 'Hola, mi vida' que me hizo temblar por dentro.

viernes, 30 de mayo de 2014

632kms (8)

Eran ya las 3:07am y mis bostezos mientras le contaba algo, hacían que fuera cortante conmigo y me ordenara que colgara y que me dormiera ya, que odiaba que no pudiera colgarme él, que nunca había sentido debilidad por nada, y ahora lo sentía por mi todo de golpe.
A mi, me pasaba más de lo mismo. Siempre hacía lo que me apetecía aunque lo correcto fuera hacer esto, o lo otro. Pero con él... con él se me caía la baba, y más mientras me hablaba por teléfono cada noche. Era notar vibrando el teléfono bajo mi almohada, y que antes de coger la llamada, se me tensaran todos los músculos del cuerpo, y al responderla, que me entrara un dolor de estómago increíble. Ese amor enfermizo, pero que todos anhelan tener. Y yo lo tenía...
Se me pasó por la cabeza nuestra canción, y empecé a cantarla bajito: 'Loco, borracho, perdido, tan enamorado de ti, de mis vicios, tirado en alguna cuneta en la meta de la soledad...'
El silencio se adueñó de nosotros, en especial de él, el cual estuvo sin hablar como dos minutos. Yo me autotransporté tiempo atrás y me acordé de cuando me mandó por Msn el video en concierto de Melendi con la letra. Me dijo que la leyera atenta, que sentía exactamente todo lo que uno de nuestros cantantes favoritos cantaba. Ah, me pasaba los días escuchándola y sintiéndolo así cerca...La pena nos conmovía...
Cuando hablábamos me entraba un sentimiento de nostalgia que me decía que ya no podía aguantar más sin verlo, pero que fuera fuerte, y esperara a que él cumpliera los dieciocho, que seria en un año, y que en cuanto lo viera, si sentía lo mismo, se quedaría conmigo para siempre.
Como vi que ya era demasiado tarde, le susurré que no se preocupara de nada, que ya quedaba menos para vernos, que soñara conmigo, y que lo quería muchísimo. Fue decirle eso y que me entrara el dolor de tripa al escuchar lo que me estaba diciendo: 'Tami, me das vida. Eres la mujer más maravillosa que hay en este planeta, nunca voy a dejar de quererte, nunca, tenlo muy claro. Descansa, pitufa, te amo.'
Ambos colgamos, y soy de dormirme enseguida, pero me quedé mirando el techo colorada como un tomate y con la sonrisa de gilipollas que se me ponía cuando lo veía conectado, cuando me hablaba, o cuando me acordaba de él. Tenía todo lo que siempre había deseado, y era mío.
Os estaréis preguntando que cómo una cría de quince años puede enamorarse, sin apenas saber de la vida, y además, por internet. La verdad, yo tampoco lo sé. En un verano este chico me ha ayudado y apoyado aún estando a 632 kms más que cualquiera de mi alrededor. Yo estaba pasando una mala situación, incluso se me pasó por la cabeza suicidarme, y varias veces...y si no lo acabé intentado, fue por él.

martes, 27 de mayo de 2014

632 kms (7)

Eran las dos y media de la madrugada. Una noche fría, tan fría, que me encontraba bajo mis sábanas y bajo mi edredón de Winnie The Poo, abrazada a mi osito, y aún así, tiritaba. Sí, tenía quince años y seguía durmiendo con peluches. Pero este no era igual que los demás, éste se llamaba MiniEsca.
 Llevaba hablando con Esca una hora por teléfono. Una hora escuchando su risa y su voz en susurros que me transportaba al universo. Al día siguiente tenía instituto, pero daba igual. Que me llamara cada noche a la misma hora hacía que me sintiera especial. El proceso siempre era el mismo: llegaba a casa al atardecer, me duchaba, cenaba, hablábamos vía Messenger durante un par de horas, y me decía que me metiera en la cama tranquila y descansara algo, que a la 1:00am me llamaría..y yo le hacía caso. No me quedaba otra. Estaba total y completamente enamorada de él.
Pero esta noche la risueña Tami había desaparecido. Todo lo que habéis leído en capítulos anteriores es lo que me contó Esca hacía un par de minutos en todo este tiempo que llevábamos conversando. Me lo contaba llorando, con la voz llena de impotencia y a cada cierto tiempo lo paraba para tranquilizarlo. Nada de eso había ocurrido. Todo había sido un sueño que tuvo mientras dormia su siesta de cada día, algo irreal, mil y una veces imaginado y deseado. Yo tampoco podía parar de llorar, de abrazar a MiniEsca con todas mis fuerzas y de acariciar el teléfono con mi mejilla. Nunca le habían regalado ese billete de avión, nunca había salido de su casa disparado con un juego de maletas rumbo a Huelva, nunca...lo había visto en persona.

martes, 20 de mayo de 2014

Querido Sergio:

Hoy cumple años una de las personas más importantes de nuestra familia: el papi, tito, cuñado e hijo Sergio.
Algunos llevan con él toda la vida, otros varios años, pero todos pensamos algo en común respecto a él: desde que lo vimos, supimos que era especial.
Sergio es un tipo trabajador, con las cosas claras, y la persona más seria e inmadura a la vez que puedas conocer. Le encanta jugar con los niños pequeños, se le cae la baba, es por eso que sus hijos, y sobrinos, nunca han echado en falta el calor paternal. Nuestro primer grito al meternos por primera vez en el mar, fue con él. Nuestra primera caída en bicicleta, fue con él. Nuestra primera risa, ya desde la cuna, fue gracias a él. Nuestros sollozos durante seis meses, han sido por él. Pero no creo que fueran menos que los suyos.
Todos y cada uno de los componentes de esta familia sabemos lo mal que lo has pasado en Sudáfrica, a 24 horas de avión de aquí, a dos estaciones de diferencia, a un hemisferio de por medio; pero todo eso no ha bastado para que cada día nos acordáramos de ti y te echáramos de menos. Verte por Skype riendo, feliz, con las lagrimillas casi salidas del globo ocular, pero haciéndonos burlas; hablar contigo por teléfono y que nos dieras las mismas charlas durante seis meses, ah..qué pesado jaja pero qué charlas. Tras ellas se escondía protección y seguridad por tu parte para todos nosotros. Las ganas de tenerte aquí a veces nos podía, pero nos poníamos en tu lugar, y sabíamos que lo que más querías en el mundo era estar aquí, donde está tu sitio, con nosotros.
Y ya que te tenemos aquí, nos sentimos ya completos, sobre todo tu mujer, quien te quiere muchísimo, y algo más que los demás. Lo digo porque no sé cómo ha podido aguantarte tantos años, la verdad...quiero saber el secreto de vuestra relación jajajaja es broma. Eres único. Aunque te sientes otro más, sabemos que eres especial. Tu humildad y motivación de que podemos con todo nos encanta. Aunque apenas te echemos cuenta, pero sabemos que, al fin y al cabo, todo es para nuestro bien. Y lo correcto.
Cambiando de tema, pero no menos importante, queremos darte las gracias por cómo te has comportado desde que has vuelto. Habrás notado que estamos algo desganados, y que luchamos cada día por seguir adelante, construyendo nuestro camino, ese que dejó a medio hacer alguien que se fue hace apenas un par de meses...
Gracias por apoyarnos, por aconsejarnos, por querernos tanto y ser tan fuerte. Él te quería mucho. ya lo sabes, como a otra oveja más de su rebaño. ¿Te acuerdas cuando íbais a coger piñas? Os llevábais como el perro y el gato..Y como esa, mil anécdotas más que seguro que se están pasando ahora por la cabeza.
El dolor de su pérdida nos puede, sobre todo a abuelita. Gracias por quererla como a una madre. Sabemos que la tuya está un poquito enferma pero que haces lo que puedes para verla y saber de ella, y que en realidad sufres aunque no lo exteriorices. Nosotros también le tenemos mucho cariño, es una mujer impresionante, creo que ni hace falta decirlo.
Bueno.. y ahora que nuestro patriarca no está, el pilar principal ahora eres tú. A Antonio también lo queremos mucho, no te nos pongas celoso, jajaja. Pero la verdad es que tú, Sergio, nos cuidas un poquito a todos. Y te esfuerzas en ello. Gracias. Muchas gracias por todo.
Y ahora que puede que te vuelvas a ir, nos vuelve a entrar la pena. No queremos volver a sentir ese sentimiento de nostalgia, pero si es lo que hay, lo tendremos que aguantar. Porque somos una piña, el problema de uno, es de todos, siempre ha sido así y no va a cambiar.
Muchísimas felicidades en tu día, y que ojalá todos lleguemos a los 40 así de bien. Te quiere, tu familia.


jueves, 15 de mayo de 2014

El lince ibérico, en peligro de extinción debido a la imposibilidad de su dieta.

Todos sabemos que si hay un felino precioso en este mundo que a todos nos encantaría tener como animal de compañía y que lleva prácticamente desde sus orígenes en peligro de extinción, ese es el lince ibérico.

Cada vez que escuchamos hablar de ello, nos damos cuenta de que quedan menos ejemplares de este original gatito salvaje. Realmente, nunca se ha sabido el por qué. Algunos dicen que por su escasa dieta (sólo basada en conejos), otros comentan que por el atropello, y otros porque dan a luz muy pocas crías (entre una y cuatro). La verdad es que se ha descubierto que el lince ibérico es un animal que siempre ha estado en extinción ya que, desde sus comienzos, se reproducía poco.

Por ello, siempre han estado protegidos y especialmente cuidados. En los últimos años, su población ha descendido un 90% y en todo el mundo, solo quedan unos 319 ejemplares. De la cifra total, 85 ejemplares se distribuyen en Doñana, Huelva; y 169 entre Cardena-Montoro, en Córdoba, y Sierra de Andújar, en Jaén. En dichos parajes naturales los tienen al aire libre, para que se desarrollen en su hábitat, para que busquen sus presas por sí mismos, pero cercados, para evitar el atropello. Aún así, muchos son atropellados y muertos en el acto.

No obstante, el número de porcentaje de linces, aunque muy muy poco, incrementa cada año. Puede que un 1%, un 2%, un 3%, pero aumenta. Este año, las cosas han cambiado. Los protectoras y parajes naturales han informado de que hay un número importante de especies menos que el anterior año. La causa, su dieta. Se ha detectado que cientos de conejos están muriendo debido a una enfermedad hemorrágica ( EHV). Esto, como todo primer o segundo animal en la cadena alimenticia, está influyendo sobre los linces. Es la causa principal de muerte y también la más peligrosa, porque los atropellos se pueden minimizar trabajando con las administraciones, pero la lucha con las enfermedades, es mucho más importante.

Como intento de solución a ello, se ha puesto en marcha un experimento. Junípero. un lince ibérico, ha sido criado en cautividad en Portugal, y lleva un collar con un emisor permanente. El proyecto 'Life Iberlince' está intentado recuperar que este felino se reproduza de forma natural en sus zonas de distribución histórica, para lo que están contando con la colaboración de poblaciones locales, propietarios de fincas y sociedades de cazadores.
                
               ¿QUÉ PODEMOS HACER PARA SALVAR AL LINCE?
  • Recuperación de las poblaciones de conejo haciendo repoblaciones, vacunándolos frente a las enfermedades, mejorando el hábitat para favorecer su reproducción o llegando a acuerdos con propietarios de fincas para que dejen de cazarlos.
  • Control de la caza ilegal, como la colocación de cepos o lazos, vigilando intensamente las zonas donde aún quedan linces.
  • Creación de pasos subterráneos en las carreteras en las que se han atropellado linces anteriormente, para facilitar que los animales puedan pasar de un lado a otro sin peligro.
  • Puesta en marcha de un Programa de Cría en Cautividad para evitar su extinción definitiva y producir linces para reintroducirlos en las zonas donde hayan desaparecido.

miércoles, 7 de mayo de 2014

632km(6).

-¿Qué? Shh, estoy aquí, contigo... -Le susurré, sin parar de abrazarla.
Ella no dijo nada, simplemente me abrazó.
Era feliz, sí. Por una vez en mi vida podía decir que era completa y absolutamente feliz, nada más era necesario. La tenía a ella entre mis brazos, a esa persona que tanto amo, ¿Para qué quería más?
La solté con cuidado en el suelo, le acaricié las mejillas sin dejar de mirarla a los ojos, y posé mi frente sobre la de ella.
Las lágrimas brotaban de los ojos de ambos, pero no dejaba de mirarla, de fundirme en sus ojos...
Sin darme cuenta, los nervios habían desaparecido, y sólo me importaba ella, había olvidado todo lo sufrido tiempo atrás.
Me aproximé lentamente a sus labios y la besé, pero no fue un beso cualquiera, fue el beso mas esperado, deseado, apasionado... que jamás habían sentido mis labios.
Fue entonces, en ese preciso instante, cuando me prometí a mi mismo que jamás me separaría de ella, que siempre estaríamos juntos. Y me di cuenta, de que para algo había servido recorrer estos 632 kilometros.

632kms(5).

Me desperté, me desperecé y miré la hora, íbamos bien de tiempo, cogeríamos el próximo autobús que salía justo del aeropuerto y nos llevaba al centro de Sevilla, de dónde cogeríamos otro autobús hasta Palos, todo iba tal y como lo planeamos.
Guardé el iPod en la mochila, la puse sobre mis rodillas y esperamos el aterrizaje.
Una vez que comenzó la gente a salir, cogí a mi hermana de la mano, tire de ella  y le dije:
-Venga, corre, o perderemos el autobús, tonta.
-Ya voy, ya voy, no me perisiones.- Me contesto ella, que desde pequeña se le atravesaba la palabra 'presión'
Reí levemente y bajamos del avión, recogimos las maletas y fuimos hasta el autobús. Pagué los dos tickets y subimos, todo normal, transcurrimos el viaje entero jugando al 'veo veo', ya que Sara se mosqueó conmigo por que siempre conseguía ganarle.
Llegamos al centro de Sevilla y repetimos el mismo proceso. Este viaje fue mas largo, así que de nuevo, mi hermana se quedó dormida, yo simplemente me dediqué a mirar por la ventanilla, sin saber por qué, esperando que algo acelerase la velocidad del autobús.
Llegamos a la parada, estaba más nervioso que nunca, las manos me temblaban, no podía hablar, me daba miedo bajar del autobús, y eso mi Sara lo notó; me dio la mano, tiró de mi y me gritó:
-¡Vamos, so' tonto! ¿O vas a dejar que un miedecito te impida ver a Tamita? -Cabeceó, lo decía muy enserio.
-Se llama Tami, tonta -Le corregí- y no, no voy a dejar que el miedo me lo impida.
Le solté la mano y cogí las maletas de ambos, me dirigí a la puerta del autobús y me dispuse a bajar.
Primer escalón; todo bien.
Segundo escalón; los nervios me corroían.
Tercer y último escalón; alcé la cabeza y la vi, los nervios me mataban y las ganas de lanzar las maletas a la mierda y correr a abrazarla eran increíbles.
Solté lo mas rápido que pude las maletas en el suelo y ayudé a bajar a mi hermana.Sin ni siquiera preocuparme de nada, corrí hacia ella, en ese momento ella me vio y también corrió hacia mi; me paré en seco y la esperé con los brazos abiertos.Saltó a mi cuello y me abrazó con todas sus fuerzas, yo la sujeté por la cintura y terminó por rodear mi cadera con sus piernas, quedando totalmente encima de mi.
-Esca, cariño, cielo... -Repetía una y otra vez, con la voz algo temblorosa, me daba la impresión de que ella estaba tan nerviosa como yo.

lunes, 5 de mayo de 2014

632kms (4).

Me levanté de la cama rápidamente, esperanzado, me estiré y fui al baño, me aseé y volví a mi habitación. 
Por raro que parezca iba sin prisas, a mi propio ritmo, sabía que todo estaba conseguido, así que estaba bastante relajado.
Me vestí, me puse unos vaqueros caídos, de los que siempre solía llevar, unas zapatillas VANS y una camiseta VANS rosa, la que pensaba regalarle a ella. 
Saqué nuevamente la maleta de debajo de la cama, la llevé hasta abajo y volví a subir a por mi guitarra preferida. Acaricié suavemente las cuerdas, fue mi primera guitarra, así que fue la elegida para venir conmigo. Desde pequeño he tocado la guitarra, y cada vez que acaricio las cuerdas de una, de esta en especial, siento que todo se para, que el mundo me da una palmada en la espalda y me dice: ''Te has ganado un respiro chaval''. La metí en su funda y la dejé la lado de la puerta para bajarla más tarde.
Desde siempre he sido aficionado al surf, y no iba a ningún lado sin mi tabla, pero esta vez sabía que no podía llevarla, que no podía venir conmigo. Fui al estante en la que la exponía, la acaricié y me dije a mi mismo: <<Pienso volver a por ti, hemos pasado demasiados momentos juntos como para dejarte aquí por una chica, ¿eh?>> Solté una carcajada yo solo, realmente me sentí un poco estúpido.
Sonreí, no sé muy bien por qué. Cogí la guitarra y bajé.
Tenía el desayuno preparado, así que me senté a la mesa a comer, fui el último en llegar, hablaban sobre nuestra ida de casa, mi madrastra no estaba del todo de acuerdo en que me llevase a mi hermana pequeña, pero ella replicaba con argumentos como que nadie sabe contarle cuentos como yo, o cantarle sus canciones para ir a dormir.
Una vez que ambos terminamos de desayunar, mi padre nos llevó al aeropuerto, sólo él vino a con nosotros y se quedó a despedirnos, cosa que a mi hermana le entristeció bastante.
Tras un montón de controles y una breve despedida, subimos al avión, obviamente mi hermana y yo íbamos sentados juntos, ella llevaba entre sus brazos su perro de peluche, Pacoperro lo llama ella, y yo había sacado previamente mi iPod de la mochila que llevaba para tener a mano durante el viaje.
Los primeros minutos de viaje estuve conversando con Sara, mi hermana, todo estupideces y bromas, desde luego siempre nos hemos llevado bastante bien, la quiero mucho.
En cuanto pasó un rato, empezó a entrarle sueño, y se quedó dormida abrazada a Pacoperro, apoyada en mi hombro. Yo, que no conseguía calmarme, me puse los cascos y me puse a escuchar esas canciones que tanto me recordaban a ella. Al final, me acabé por dormir también.
-Señores pasajeros, comunicamos que efectuaremos la llegada al aeropuerto de Sevilla en breves minutos, gracias por viajar con nosotros- Se escuchó decir a la azafata, mientras mi hermana me sacudía de los hombros, gritando una y otra vez mi nombre.

sábado, 3 de mayo de 2014

632kms(3).

-Que si, que ya está, que todo se ha acabado, los kilómetros se van a la mierda, que me voy contigo, a tu lado.- Respiré aliviado.
-¿Qué?¿De verdad?¿Cuando vienes? ¡Te quiero aquí ya!.-Nunca la había visto tan entusiasmada, bueno, escuchado en este caso.
-Mañana a primera hora cogeré un avión hasta Sevilla, de ahí cojo el autobús hasta allí. Creo que estaré a la hora de comer.
-Contaré los minutos hasta que llegues...
-Tranquila, no serán muchos. Tengo que irme, me voy a entrenar, luego hablaremos, te amo.
-De acuerdo, adiós, te quiero.
Ambos colgamos el teléfono.
Dieron las 5pm, y me vestí de deporte lo más rápido que pude, me puse la equipación de baloncesto y las botas. Le pegué un grito a mi hermana para que terminase de vestirse, estaba seguro de que se había escuchado en toda la ciudad.
Al fin estaba todo listo. Como de costumbre, lo hicimos todo corriendo y con prisas, cogí los dos cascos que estaban en una mesa a la entrada de la casa, las llaves estaban justo al lado, abrí la puerta y nos marchamos.
La tarde transcurrió tranquila, fui a entrenar y minutos después esperaba a que mi hermana pequeña saliera de las clases de inglés sentado en un alféizar de un escaparate.
Estaba muy metido dentro de mí, con mis pensamientos, imaginando como sería el momento en el que la viese. Entre aquello y lo cansado que estaba, casi me quedo dormido.
Apenas me di cuenta de que mi hermana había salido, vino corriendo hacia mi y me abrazó a la vez que gritaba mi nombre. Tras preguntarle como le había ido la clase, volvimos a casa.
Cuando llegamos, dejé los cascos y las llaves en el sitio en el que se encontraban, fui corriendo al cuarto de baño y me di una ducha mas rápida de lo que esperaba, estaba ansioso por hablar con ella.
Tras esto, subí a mi habitación, me puse algo cómodo y me conecté de nuevo.
Allí estaba, conectada, esperándome tal vez, la saludé, y viceversa; pasamos toda la noche hablando, hasta que dieron las 12, cuando ya decidí irme a dormir. Me despedí de ella y le deseé los mejores sueños que pudiese tener. Sin olvidarme de recordarle que tenía que venir a recogerme a la estación de autobuses, cosa que no creía que olvidase.
Sonó el despertador y me levanté con más energías que nunca.

jueves, 1 de mayo de 2014

632kms (2).

Ni siquiera me preocupé en mirar la fecha de los billetes, estaba ocupado pensando en que al fin iba a poder verla, abrazarla, besarla... Podría tenerla delante, cosa que había deseado con todas mis ganas durante todo este tiempo atrás.
Levanté el colchón de mi cama y cogí todos mis ahorros, los metí en bolsillo apartado de la maleta, me puse rápidamente unos zapatos y cerré la maleta.
Cargué la maleta en brazos y bajé de nuevo las escaleras lo mas rápido que pude, le grité a mi hermana pequeña que hiciese la maleta rápidamente, que le daba 5 minutos o me iría sin ella.
Mi padre se reía a carcajadas, aún no sabía el por qué, pero me dediqué a mirarlo esperando una respuesta.
-Sales mañana a primera hora, no tengas tanta prisa- Me dijo, terminando de reír y mientras me alargaba la mano, en ella el billete de mi hermana, y dos billetes de 50 euros, para los demás gastos que pudiese suponer el viaje.
Me decepcioné un poco, pero aún así seguía estando feliz.
Subí a mi habitación con la misma energía con la que bajé, deje la maleta de nuevo bajo el armario, aunque con toda la ropa dentro y me tumbé en la cama.
Cogí el teléfono y marqué su número, la llamé. Su voz, melodía celestial, me saludaba entusiasmada.
-¡Esca! ¿Cómo estás? -Me saludó.
-Genial, mejor que nunca, increíblemente bien, entusiasmado, ilusionado, ENAMORAO! -Dije esto último en un tono bromista- ¿A que no sabes qué?
-Vale, vale -Ella rió- ¿Qué pasa?

-Que ya está, que se acabó.
-¿Qué? ¿Que se acabó el qué? -Noté su voz algo preocupada, debió mal entenderme.

miércoles, 30 de abril de 2014

632 kms.

28 de Noviembre de 2011, uno de los días más esperados de toda mi vida.
Principalmente, porque era el día en el que cumplía mi mayoría de edad. Ya por fin era libre, estaba suelto de todos esos malos momentos y maltratos que sufrí a lo largo de toda mi vida.
Me desperté como un día normal, bajé una corta escalera que llevaba a la planta baja del dúplex en el que vivía con mi padre y madrastra, y ahí comenzaron las sorpresas.
Allí estaba mi hermana pequeña, Sara, quizás la niña más sincera, dulce y cariñosa que hay encima de este planeta.
Había preparado para mí mi desayuno favorito:tostadas de jamón y colacao con muchísima azúcar.
Se lanzó a mí como loca, me dio un abrazo enorme y gritó: ''¡¡FELICIDADES TETE!!'. 'Tete' es como ella me llama desde que tiene uso de memoria.
Yo le correspondí el abrazo, le di un beso en la mejilla y me lancé a por el desayuno, estaba hambriento.
Seguidamente aparecieron mis padres y mi hermana mayor, mi padre me palmeó el hombro y me soltó un sumiso: 'Felicidades chaval'; seguidamente le miré y me guiñó un ojo. Mi hermana se limitó a darme los buenos días y mirarme con cara de desperdicio, nunca nos llevamos del todo bien, pero los últimos meses no lo habíamos pasado demasiado bien, nuestra relación estaba cambiando bastante.
Después subí corriendo a mi habitación a cambiarme, debía ir a clase, como cada día, pero cuando abrí la puerta para salir de casa ya con todo listo, me encontré a una gran masa de gente, eran unos 20 o 25, todos mis amigos habían venido a felicitarme, es algo que me sorprendió bastante, cosa que me alegró el día. Después nos dirigimos todos al instituto.
Todo transcurrió como un día normal, de hecho me aburrí bastante, aunque estaba feliz, estaba deseando llegar a casa.
Llegué a casa y lo primero que hice fue pedirle el ordenador a mi padre, me conecté al Msn y allí estaba ella. Corriendo me saludó y me deseó un feliz cumpleaños, me recordaba que tenia muchísimas ganas de verme, y que ya quedaba menos. Me sentía feliz, llevaba mucho tiempo esperando ese día, y al fin llegó.
Tocaron a la puerta de mi habitación.
Era mi padre, decía tener una sorpresa para mí, me hizo cerrar los ojos, y cuando los abrí me encontré de bruces un sobre. Lo abrí rápidamente, y me encontré lo que menos me esperaba encontrar:un billete de avión Madrid-Sevilla, detrás de esto había un horario con los autobuses de trayecto Sevilla-Huelva-Palos de la frontera.
No podía creer lo que veía, lo tenia delante de mis narices, un billete que me llevaba directamente a la felicidad, la sensación era inexplicable.
Cuando le pregunté el por qué, me comentó que mi pequeña hermana Sara se lo había contado todo. Entonces corrí, corrí como no había corrido en toda mi vida hacia la habitación de mi hermana, la abracé con todas las fuerzas que pude sacar y la besuqueé por toda la cara repetidas veces a la vez que repetía una y otra vez: 'Gracias, gracias, gracias'. De la misma forma, volví corriendo a mi habitación y saqué un juego de maletas de debajo de la cama, las abrí, abrí el armario y me puse a meter ropa como loco, sin preocuparme siquiera por doblarla, eso no era lo que más me preocupaba en ese momento.

domingo, 23 de febrero de 2014

Un pedacito de mí se me va.

http://www.youtube.com/watch?v=mEDkRANvH34
Cuando te enteras que tu abuelo, ese hombre tan luchador e impaciente, duro como el hierro pero sensible y cariñoso a rabiar, tiene cáncer, la verdad es que de primeras, te ríes. Te ríes porque no te lo crees. ¿Cómo va a tener tu abuelo, el hombre que te ha criado, una enfermedad mortal? Eso es imposible. Y más él, el cual ha superado tres infartos, y ciertas operaciones. Ese que anda kilómetros y kilómetros cada día con su bastón y su sombrero a cuestas, con cabras y borregas de un lado para otro, divirtiéndose, porque no quiere crecer.'Jajaja, es una broma, ¿verdad?' fue lo primero que solté al enterarme de aquello.
Días y días pasaron y yo seguía igual, yendo a casa de mis abuelos a saludarlos y comerles la cara hasta que me dijeran que parara, que ya valía, pero todo entre risas. Días y días hasta que, uno de tantos, noté algo raro. Mi abuela estaba llorando en la cocina, su cara no estaba seca como de costumbre, sino mojada y empañada de las lágrimas que había sollozado durante horas. 'Abuela, ¿qué te pasa?  ' Dije abrazándola. Al no contestarme, fui al sillón a ver a mi abuelo, (ese sitio únicamente suyo de la casa). No estaba. Fui a su dormitorio y tampoco lo encontré allí. Alarmada, llamé a mi madre y me dijo que andaba en el hospital con él, que había empeorado. '¿Empeorado? Pensé. Pero si él está perfectamente.' Esa misma tarde fui a verlo al hospital y lo noté pálido. En mi vida lo había visto de ese color, su cara siempre está sonrojada y transmite paz y ganas de vivir. Al querer darle un beso, vi que ni podía acomodarse por sí mismo. Además, estaba muy triste, se le veía en sus ojos. 'Abuelo, ¿qué te pasa, por qué te han ingresado?', pregunté preocupada. '¡Me quiero morir, me quiero morir, no aguanto más!' Fue escuchar aquellas palabras y mirarlo anonadada, dando pasos hacia atrás. 'Este no es mi abuelo. ¿Pero qué está diciendo? Pero si ayer mismo estaba bien, joder. En la vida se ha quejado por nada, siempre ha apechugado con todo y lo de los demás. ¿Tan rápido está yendo la enfermedad? Esto es imposible, es que no es creíble.' Salí corriendo de la habitación y rompí a llorar en el baño más cercano.
Los días pasaban, a mi abuelo ya le habían dado el alta, y ya estaba en casa. De vez en cuando, sonreía. De vez en cuando, le contaba cualquier tontería y me ponía a bailar para verlos reír, ( a él y a mi abuela, que sufría aún más que él al verlo así). De vez en cuando, salíamos a pasear y le contaba que me gustaba el chico de la playa. Solo me miraba, sonreía y me recordaba cada día lo guapísima que era para él y que qué pena que no podría verme en un altar el día de mañana. 'Abuelo, jajaja, ¡no digas eso! Perfectamente sabes que hoy mismo puede pasarme algo y mañana ya no esté, no es ley de vida, es el destino y nuestras acciones lo que nos rige.' Él miraba hacia otro lado, sabiendo que tenía razón en lo que él acababa de decirme y que solo intentaba alegrarle, cosa que desde hace tiempo, ya no podía hacer. De vez en cuando, tomábamos unas 'Coca-colas' en el bar de su hermano, antigua casa de mis bisabuelos, dónde él se había criado. De vez en cuando, iba a verme jugar un partidillo de basket o lo acompañaba a ver algunos también de mis primos, y se enfurecía si nos hacían falta o nos caíamos al suelo. Sus voces es los más característico de él, jajaja, por lo que si hablas con él, notarás que te habla gritando. No es que esté enfadado contigo, sino que es su forma de transmitirte que tiene ganas de hablar, de conocer y saber cada día más acerca de la vida. Pero qué no sabrá él, esposo, hijo, abuelo y bisabuelo. Patriarca de toda esa familia. Padre de todos sus nietos, bisnieto, yernos e hijos, como a Sergio Hernández Macias, al que aunque esté a 24 horas en avión de aquí, a medio mundo, cada vez que lo ve de vuelta se le ilumina la cara y lo quiere como a un hijo. E incluso a amigas de sus nietas, como Jennifer Pineda y Ro Chiqilla Illa. Es un hombre especial, al que todos, si tenéis el placer de conocerlo, le cogéis un cariño increíble. Es un hombre sensible, acorazado de una armadura que se ha ido contruyendo en 74 años, casi 75. Es un amor. Entran ganas de abrazarle nada más verle. Dependiente como él mismo, y además, muy muy guapo.
Recordar todo esto me hace ver que tras un año con esta enfermedad, y meses de quimioterapia, mi abuelo va empeorando poco a poco. Padece, aunque no lo diga. Se muere de dolor a veces a pesar del tratamiento, por esos cuatro tumores que tiene justo debajo de la espalda que no le dejan ni disfrutar de sus nietos unos años más. A pesar de ello, aprovecho cada segundo con él como si fuera el último, pero eso de siempre. Lo quiero a rabiar, y es el hombre más importante de mi vida. Últimamente, el cáncer lo tiene demasiado debilucho, se queja muchísimo y no llega andando ni a la esquina. No sabemos si en un año, un mes, o quizá mañana, ya no esté. Ni él mismo lo sabe. Ni los médicos. Solo nos queda quererle mucho, darle todos los besos que nos salgan del alma, vernos felices y sin problemas, y pasar con él todo el tiempo que podamos no, todo el tiempo del mundo, porque él se merece eso y más.
Te quiero, abuelo. Y pase lo que pase, estaré contigo. Ahora y siempre 
 — me siento impotente.



martes, 11 de febrero de 2014

"¿Por qué vale la pena vivir, según tu manera de ser? Un Besoooo :3"- Anónimo (Ask.fm)

Hace unos días, un anónimo por Ask se cuestionaba por qué vale la pena vivir. Ask.fm, como bien sabéis, es una red social en la que puedes preguntar y responder todo lo que quieras, y al abrirlo me encontré con dicha pregunta. Pasé varios días sin responderla, ya que no lo tenía claro, pero finalmente hoy, opté por responderla, con total sinceridad:

"Por ver sonreír cada día a los que más quieres en este mundo. Por descubrir cada rincón del planeta. Por emborracharte cada viernes y ver el sábado una foto de carné de tu amiga dentro de tu sujetador. Por ver, al cabo del tiempo, a ese amor que no fue posible y que os sonriáis. Por hacer reír a bebés y que se te caiga la baba. Por escuchar cómo pequeñas de nueve años te dicen que eres la mejor entrenadora del mundo, y que si no vuelves, ellas tampoco, y te abrazan con todas sus ganas hasta caerte al suelo. Por ver cómo tu mejor amiga y tú vais creciendo y todo entre vosotras cada día va a mejor. Por notar cómo te intenta pegar tu abuela al morderle el cachete. Por picarte con tu hermano por cualquier tontería, os peguéis y que al rato venga pidiéndote perdón. Por dar una vuelta al pasado y darte cuenta de que la mitad de los sueños que veías imposibles, ya se han cumplido. Por volar, hacer toda clase de deportes de riesgo, desde el mar hasta el aire. Por probar todas y cada una de las costumbres de los cinco continentes. Por disfrutar cada segundo en los conciertos de tus grupos favoritos. Por tener tantas fotos en papel que ya no quepan en tus paredes. Por tener una habitación en casa llena de libros, cds y dvds. Por tener la habitación de tus sueños. Por llorar de emoción cada vez que ves el final de tu serie favorita desde los diez años. Por contar los días que faltan para que llegue de Sudáfrica tu tío favorito. Por probar toda clase de sabores y olores, desde una hamburguesa simple hasta el caviar. Por abrazar a cada persona triste que veas. Por tener una grandísima colección de gorras y zapatillas. Por dedicarle un mate a tu madre. Por independizarte y trabajar en lo que más te gusta. Por demostrarle a todos que fuiste capaz de ignorar sus críticas y hacer todo lo que te propusiste. Y lo más importante. Por enamorarte hasta las trancas, hasta que duela, de manera incondicional sin que nada importe, y ser correspondido de la misma forma".

                                                                   Y tú, ¿qué dirías?

domingo, 9 de febrero de 2014


Dicen que cuando estás enamorado, todo es de color rosa. Me encantaría corregir al que dijo eso. No es que lo veas todo de color rosa por el simple hecho de estar enamorado, no, lo ves así porque además, eres correspondido. Cuando estás enamorado y por una razón u otra no eres correspondido, toda la inspiración y ganas de comerte el mundo, provocan un altibajo enseguida. Si pasas por el sitio donde os veíais, lloras. Si se te pasa su nombre por la cabeza, se te cambia la cara. No estamos regidos por un arco iris, no somos de una manera u otra por culpa de alguien. Somos lo que queremos ser, aunque cueste darse cuenta. A mi me ha llevado años, hasta hoy. Hoy mi arco iris no es blanco y negro, pero mi alma lo siente y mis ojos lo reflejan; aunque todos piensen que puedo ser todos los colores en un segundo. Tan feliz y sonriente, tan sociable, tan divertida y fiestera. Todas las personas tienen su límite y su personalidad. Una las dejan mostrar, otras no. Gracias a todos aquellos que saben que lo que menos nombro y a lo que menos le doy importancia, es todo aquello que verdaderamente me importa y por lo que lloro cada noche, porque esos, son los que realmente me conocen.

martes, 4 de febrero de 2014

Campeonato de Andalucía de Minibasket 2014.

Hace apenas unos días, concretamente los 24, 25 y 26 de este mismo mes, en Málaga se ha dado un gran ambiente de niños, juventud y familiares de diferentes edades (desde 'papis' hasta abuelitas) llenos de esfuerzo, ilusión y ganas. ¿A qué se debe esto? Al baloncesto, uno de los principales pilares de la vida de dichas personas.


Todos los años, se celebra el Campeonato de Andalucía de Minibasket en Almería ( Ejido) , pero este año, la suerte a caído en Benahavís-Estepona (Málaga). Y digo suerte, porque este evento cuenta con un cúmulo de sensaciones, sentimientos, aventuras, e inesperados descubrimientos.
Para poder participar en este campeonato, los niños de cada ciudad (de tan solo 10 y 11 años) han tenido que trabajar y entrenar muy duro día a día. En el evento, participan las ocho ciudades por las que está compuesta Andalucía: Huelva, Sevilla, Cádiz, Málaga, Granada, Córdoba, Jaén y Almería. Cada provincia está formada por 12 niños, escogidos de entre todos los equipos de cada pueblo de cada provincia. Lo que quiero decir es, que en un principio, había como 50 niños escogidos para la Selección de cada provincia. Durante tres meses entrenando y viendo cómo avanzan y mejoran los críos, lo entrenadores de cada ciudad (dos entrenadores y un delegado) van eliminando y echando a los menos talentosos.Y digo menos, porque todos lo son. Todos y cada uno de los niños son especiales y tienen algo que otro no: luchador, veloz, buena mano, buena visión del juego..

El baloncesto es un deporte de equipo, de ataque y defensa, de rapidez mental y velocidad física. De salto, de toma de decisiones, de respeto, de buen rollo y juego limpio. De elegancia, de libertad, superación e ilusión.

El campeonato lo jugaron los equipos Masculino y Femenino de cada una de las selecciones.Podía notarse que la mayoría de las niñas a esa edad son más altas y maduras que los niños. Podía notarse que este año el género que mandaba era el femenino, que venía pisando fuerte. No todas las generaciones son buenísimas, hay años en los que hay más nivel, otros menos, ?cuestión de suerte o entreno?
Durante esos tres días se jugaban en pabellones distintos (según el género) los partidos entre selecciones. En el Pabellón Cubierto Benahavís (Avda. Margarita s/n- Benahavís) y Pabellón Municipal La Lobilla (Camino de Los Molinos s/n- Estepona).
Yo os puedo hablar desde mi caso, el de Huelva. Fui a ver y animar al onubense masculino, ya que uno de mis primos favoritos participaba.
El primer día, se jugó a las 19:00h Huelva vs Granada. Perdimos de 23. El segundo, dos partidos. Uno a las 12:00h, Huelva vs Jaén. Nos cerraron el acta. El otro, a las 17:00h, Huelva vs Málaga. Nos volvieron a cerrar el acta. Tercer y último día, a las 10:00h, Huelva vs Cádiz. Perdimos de 16.

                                                                           


La lista final del Campeonato quedó de la siguiente manera:
                       MASCULINO:                                                         FEMENINO:
                      1. Málaga                                                                       1. Málaga.
                      2. Sevilla                                                                        2. Sevilla
                      3. Jaén                                                                           3. Cádiz
                      4. Cádiz                                                                         4. Huelva
                      5. Córdoba                                                                    5. Granada
                      6. Granada                                                                     6. Almería
                      7. Almería                                                                      7. Sevilla
                      8. Huelva                                                                        8. Jaén

Como podéis ver, quedamos últimos; aunque las niñas se quedaron a nada de traer para su tierra la de Plata. Nadie derramó una lágrima en un solo segundo. ¿Los críos? ¡Ellos aún menos!. La felicidad que transmitían sus sonrisas y ojos daban mucho que decir y por lo que reflexionar. Ellos no estaban furiosos por haber quedado octavos, no se comportaron como niños, que es lo que son, pataleando y tirando con fuerza las botellas de agua contra el suelo, ni tampoco entraron al vestuario cabizbajos con ganas de irse. No, para nada, es más, ese fue el momento clave en el que todos los familiares y/o asistentes nos dimos cuenta de lo maduros que fueron.
Risas y más risas, abrazos y gestos afectivos entre ellos y por parte de los entrenadores. Caras tristes, pero sólo porque tardarían muchísimo en ver de nuevo a esos amigos que acababan de hacer, contra los que les habían tocado jugar y perder, pero a los que animaban cuando jugaban contra otras selecciones y de los que tanto habían aprendido.