How I see the world

jueves, 25 de septiembre de 2014

Para ti.

Dicen que, cuando alguien se va, una estrella más ilumina nuestro cielo. Llevo seis meses mirándolo cada noche, pero no te encuentro. Tal vez sea porque creo verte en todas ellas, o tal vez porque me apene la idea de que te has ido y que aún no me he dado cuenta.

A veces, cuando me encuentro con tu mejor amigo, me dan ganas de ir corriendo y darle el abrazo más grande del mundo y llevarme así horas, como te hacía todas las mañanas.
A veces, cuando paso por ese bar, nos imagino bebiendo nuestras súper coca-colas y también te imagino exigiendo aceitunas aliñadas para tu nieta.
A veces, duermo con tu camiseta por las noches bajo la almohada para intentar soñar contigo, para cogerla y abrazarla hasta que amanezca, o para secarme las lágrimas si te recuerdo.
A veces, extraño tus voces diciéndome que soy una torpe, que no diga nunca más la palabra 'hostia', o que me centre en los estudios y me deje de fiestas.
A veces, recuerdo tu olor, tu risa y el tacto de tu barba.
A veces, sólo a veces, me paro y pienso lo difícil que se me hace no tenerte cerca y las ganas que tengo de decirte lo mucho que te quiero.

Es raro ir a verte a un lugar inhóspito, cerrado y oscuro como es el cementerio, como es tu tumba, y me impotencia el sólo pensar lo agobiado que tienes que estar ahí dentro. No es tu hábitat. Nunca lo ha sido. Un sitio vacío, lleno de sentimientos perdidos. Tú eras más de reuniones familiares en el campo, de disfrutar día a día cómo tus nietos ya no te llegaban por la cintura y en comentar lo mejores personas que se estaban haciendo con los años.

Si puedo culparte de algo, es de todas las broncas que me has echado durante 18 años de mi vida, de preocuparte tantísimo por mí, y de quererme como a una hija. Creo que son motivos suficientes para quererte con locura y sentir que te necesito cada segundo. Quizá, me cuesta ver qué decisiones son las correctas para elegir y andar con soltura en mi propio camino; quizá sea una irresponsable que pasa de todo lo negativo que me rodea. Pero de ti no puedo alejarme. Es algo inevitable el no mirar tu foto cada vez que entro en casa y regalarte una sonrisa, y rodear con mis brazos uno de tus bastones. Haces que sea tan fuerte como ese bastón de madera robusta que tanto se te asemeja. Estabas echo de una materia dura y fuerte, serena, y en la que te podías apoyar cuando todo iba mal. Estabas echo de una materia especial, incluso podría atreverme a decir que de una materia mágica, que pocos teníamos el gusto de conocer.

Y hoy, 26 de septiembre de 2014, tengo el gusto de decir que, a pesar de todo esto, soy la niña más feliz del universo. Gracias y mil gracias por hacer de mí una chica generosa, sencilla y sin prejuicios. Desde aquí te mando todas las bendiciones que pueda regalarte, infinitas.




Siempre en mí.


miércoles, 17 de septiembre de 2014

¿Hasta dónde es capaz llegar el ser humano para alcanzar la fama?

En mi opinión, creo que es muy triste la falta de autoestima y poca dignidad que poseen los famosos tertulianos de hoy en día. Parece increíble hasta dónde puede llegar una persona por la fama, por ser lo más conocido posible, sin importarles el qué dirán, incluso metiendo mierda de ellos mismos sólo para conseguir polémica, audiencia y algo de pasta. Pero hay algo que me apena aún más: la gente que los ve y los apoya.
Dichos famosos del cotilleo se pasan gritando horas en un plató de televisión, humillándose los unos a los otros y perdiendo la intimidad que puedan tener. Y lo mejor de todo es que les da igual, es más, se lo agradecen entre ellos ya que dormirán esa noche con un sobre lleno de billetes bajo la almohada.
Además, por si fuera poco aguantarlos en sus intervenciones por los medios de comunicación, también tenemos que aguantar ahora cómo 'escriben' y venden libros sobre su vida, de cómo se hicieron famosos o a saber de qué... Libros que resultan ser best-sellers en librerías a manos de niñas de quince años. Ni Valle-Inclán puede hacer eso.
Es absurdo pensar que una cría pueda llegar a algo el día de mañana si se alimenta de dichas tertulias, y que encima, cuentan con el apoyo de los padres( ellos lo ven como algo normal y/o 'de moda').
En conclusión, creo que la gente debería empezar a darse cuenta de que si eso es lo que les llena en la vida, y que si verdaderamente ven normal lo que hacen y les merece la pena. Programas como 'EL intermedio', sí pueden enseñarle valores a tus hijos. Y a ti. 'Sálvame Deluxe' o 'Myhyv' también: una mala educación, o quién sabe, un embarazo indeseado.