How I see the world

domingo, 16 de noviembre de 2014

Otoño impaciente.

Tal vez este otoño ya no sea el mismo,
tal vez tus brazos ya no sirvan de abrigo.
Tal vez las hojas caigan sobre el mío,
tal vez recuerde que dejaste a medias tu camino.

Y qué decir tiene que en la noche del frío no me libere,
¿acaso era yo friolera, antes de que te fueras?
¿acaso no lucía yo mis manos, cual viejo mago?

¡Ah, pero qué frío tan deseado, ya lo entiendo
eres tú, cuidándome desde el cielo!
Mi protector, mi vida, mi hombre sereno,
ya no cabe duda, eres tú abuelo.

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