How I see the world

lunes, 10 de julio de 2017

Asiento 251

Estar dos horas encerrada en el vagón de un tren y apreciar la suerte que he tenido al sentarme en el asiento 251v. Tengo la sensación de (y espero no equivocarme) que esta calma atenuada con euforia sea consecuencia del azar y este asiento. Y es que hoy el paisaje está precioso. Puedo percibir desde aquí una paleta de verdes parecidos sacados de 'Into the wild', cada kilómetro más bonito que el anterior, cada elemento natural más interesante que el anterior. Y es que no miento, estoy segura de que es debido a este maldito asiento. Hace que me quede embobada durante minutos y minutos mirando al horizonte, sin perder toda clase de detalles a 300 km/h. Y es que así me siento yo, ahora mismo, como un 'ave' cuyo corazón vuela libre por toda esa maravillosa acuarela natural, sin límites, por cada girasol, cada riachuelo, cada ser vivo movido por el viento.

Pero la realidad es otra. Estoy encerrada en un tren del que no puedo salir para poder comprobar si este sentimiento tan fuerte es real o no. Supongo que será mejor dejarlo estar. Me quedo con mi suerte y mi mágico asiento 251v y con los rostros aburridos reflejados en smartphones o tabletas. Y doy gracias por haber cogido este bolígrafo de casa en el último momento, y porque solo en la mesita acompañadora de este asiento hubiera un ABC.



No hay comentarios:

Publicar un comentario