How I see the world

domingo, 9 de febrero de 2014


Dicen que cuando estás enamorado, todo es de color rosa. Me encantaría corregir al que dijo eso. No es que lo veas todo de color rosa por el simple hecho de estar enamorado, no, lo ves así porque además, eres correspondido. Cuando estás enamorado y por una razón u otra no eres correspondido, toda la inspiración y ganas de comerte el mundo, provocan un altibajo enseguida. Si pasas por el sitio donde os veíais, lloras. Si se te pasa su nombre por la cabeza, se te cambia la cara. No estamos regidos por un arco iris, no somos de una manera u otra por culpa de alguien. Somos lo que queremos ser, aunque cueste darse cuenta. A mi me ha llevado años, hasta hoy. Hoy mi arco iris no es blanco y negro, pero mi alma lo siente y mis ojos lo reflejan; aunque todos piensen que puedo ser todos los colores en un segundo. Tan feliz y sonriente, tan sociable, tan divertida y fiestera. Todas las personas tienen su límite y su personalidad. Una las dejan mostrar, otras no. Gracias a todos aquellos que saben que lo que menos nombro y a lo que menos le doy importancia, es todo aquello que verdaderamente me importa y por lo que lloro cada noche, porque esos, son los que realmente me conocen.

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