How I see the world

miércoles, 30 de abril de 2014

632 kms.

28 de Noviembre de 2011, uno de los días más esperados de toda mi vida.
Principalmente, porque era el día en el que cumplía mi mayoría de edad. Ya por fin era libre, estaba suelto de todos esos malos momentos y maltratos que sufrí a lo largo de toda mi vida.
Me desperté como un día normal, bajé una corta escalera que llevaba a la planta baja del dúplex en el que vivía con mi padre y madrastra, y ahí comenzaron las sorpresas.
Allí estaba mi hermana pequeña, Sara, quizás la niña más sincera, dulce y cariñosa que hay encima de este planeta.
Había preparado para mí mi desayuno favorito:tostadas de jamón y colacao con muchísima azúcar.
Se lanzó a mí como loca, me dio un abrazo enorme y gritó: ''¡¡FELICIDADES TETE!!'. 'Tete' es como ella me llama desde que tiene uso de memoria.
Yo le correspondí el abrazo, le di un beso en la mejilla y me lancé a por el desayuno, estaba hambriento.
Seguidamente aparecieron mis padres y mi hermana mayor, mi padre me palmeó el hombro y me soltó un sumiso: 'Felicidades chaval'; seguidamente le miré y me guiñó un ojo. Mi hermana se limitó a darme los buenos días y mirarme con cara de desperdicio, nunca nos llevamos del todo bien, pero los últimos meses no lo habíamos pasado demasiado bien, nuestra relación estaba cambiando bastante.
Después subí corriendo a mi habitación a cambiarme, debía ir a clase, como cada día, pero cuando abrí la puerta para salir de casa ya con todo listo, me encontré a una gran masa de gente, eran unos 20 o 25, todos mis amigos habían venido a felicitarme, es algo que me sorprendió bastante, cosa que me alegró el día. Después nos dirigimos todos al instituto.
Todo transcurrió como un día normal, de hecho me aburrí bastante, aunque estaba feliz, estaba deseando llegar a casa.
Llegué a casa y lo primero que hice fue pedirle el ordenador a mi padre, me conecté al Msn y allí estaba ella. Corriendo me saludó y me deseó un feliz cumpleaños, me recordaba que tenia muchísimas ganas de verme, y que ya quedaba menos. Me sentía feliz, llevaba mucho tiempo esperando ese día, y al fin llegó.
Tocaron a la puerta de mi habitación.
Era mi padre, decía tener una sorpresa para mí, me hizo cerrar los ojos, y cuando los abrí me encontré de bruces un sobre. Lo abrí rápidamente, y me encontré lo que menos me esperaba encontrar:un billete de avión Madrid-Sevilla, detrás de esto había un horario con los autobuses de trayecto Sevilla-Huelva-Palos de la frontera.
No podía creer lo que veía, lo tenia delante de mis narices, un billete que me llevaba directamente a la felicidad, la sensación era inexplicable.
Cuando le pregunté el por qué, me comentó que mi pequeña hermana Sara se lo había contado todo. Entonces corrí, corrí como no había corrido en toda mi vida hacia la habitación de mi hermana, la abracé con todas las fuerzas que pude sacar y la besuqueé por toda la cara repetidas veces a la vez que repetía una y otra vez: 'Gracias, gracias, gracias'. De la misma forma, volví corriendo a mi habitación y saqué un juego de maletas de debajo de la cama, las abrí, abrí el armario y me puse a meter ropa como loco, sin preocuparme siquiera por doblarla, eso no era lo que más me preocupaba en ese momento.

3 comentarios:

  1. Me encanto tu blog ;) Saludos desde Colombia.

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  2. Joder que guay tamii¡¡¡ Sigue asi cariño que esto va para delante¡¡
    PP.DD: La hermana mayor ya me cayo mal¡¡¡

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