How I see the world

martes, 10 de junio de 2014

632 kms (11)

Un agudo y fugaz dolor en el pecho me impedía pensar. No podía dejar de mirar la última frase del texto. ¿Estaba esto pasando? A ver, Tami, eres una caprichosa, y lo sabes. Ahora mismo estás débil, y si escoges el camino fácil, te irá aún peor... Dile que lo sientes, pero que no estás enamorada de él (porque es verdad) y aclara las cosas de una vez por todas. Eso es, seguridad y sinceridad. Vamos pequeña, que no te de vergüenza.
Acaricié suave el teclado y comencé a mover los dedos sin pensar en nada, solo en lo que sentía.
'A ver Esca, yo...me he quedado sin palabras, en serio. Todo lo que me has dicho es...precioso, y para venir de ti, cualquiera diría que lo has dicho con el corazón en la mano. Pero es que...no puedo creerte. Es más, me resulta gracioso. ¿Cómo pretendes que me crea que en dos semanas y media te has enamorado de mí sin haberme visto al menos por Skype? Que ya es decir... Jajaja, lo siento, mira que soy inocente, pero no puedo creerte. Ni yo, ni fijo que nadie. No sé para qué ni por qué lo haces, pero lo único que me provoca es risa. No tiene sentido, y además, es que tú también lo sabes. Sabes que estoy enamorada, 'obsesionada', llámalo como quieras, de Samu. Confié en ti y me dejé aconsejar por alguien que desde el primer momento me transmitió más confianza que cualquiera que los que conocía. Y ahora...sabiendo mi situación...me vienes con estas. Te juro que no te entiendo. Eres un niñato que va de maduro y de pasota y luego me dices que me quieres. ¿Por qué yo?, ¿por qué no alguna de tantas a las que te tiras en los baños de las discotecas? Sé que, por tu personalidad, no eres de redes sociales y aún no entiendo por qué sigues hablando conmigo, pero... por favor, no me mientas, y si lo que quieres es que dejemos de hablar, aunque me de mucha pena, te ignoraré, pero no me mientas...'
Tras decirle esto, me quedé mirando la pantalla con las lágrimas casi saliendo del globo ocular, y con ganas de romper algo. Qué asco me da la gente que te cuenta historias, en serio... El silencio se hizo entre nosotros y me empecé a sentir mal. Leí lo que le había escrito imaginándome que era él quien lo leía, y antes de llegar a la penúltima línea, se desconectó.
'Esca...perdóname, no tendría que haberme puesto así...Joder...lo siento, lo siento por ser tan borde y siento si te ha molestado que me haya echo gracia, pero por más que lo relea no puedo creerte...Espero que lo entiendas. Un beso, y buenas noches.'
Ya era la 1:00 am así que apagué el ordenador, cogí a MiniEsca y me metí en la cama solo con una camiseta ancha puesta. Apagué la luz y me quedé mirando a la nada, en vez de dormir. Sentía pena y asco al mismo tiempo. Asco, porque sería otro más del montón que me haría ilusiones y que luego me dejaría 'tirada en alguna cuneta en la meta de la soledad' sin importarle mis sentimientos. Sonreí leve al pensar esa frase, qué boba... Si es que en realidad le había cogido cariño, pero...el miedo se apoderaba de mí a más no poder. Pero era tan guapo...y taaaaan protector... ya le echaba de menos.
Cogí el teléfono que siempre guardaba bajo mi almohada y vi que era la 1:29 am. Dudé un momento y sin pensarlo mucho marqué su número mordiéndome el labio preocupada y, justo cuando iba a pulsar el botón de llamada, me di cuenta que me estaba llamando él. Dios mío, que conexión teníamos...
Me puse nerviosa y al tercer toque se lo cogí y me lo pegué a la oreja derecha, abrazando a Mini con el brazo izquierdo. No dije nada.
- Tami,¿estás ahí?
- ...
- Tami, venga, va, no te enfades, boba... Sabía a lo que me arriesgaba si te decía eso, tú no tienes la culpa de nada. Es más, te doy la razón, y te entiendo como nadie, porque yo soy de mandar a las tias a tomar viento cuando me dicen que quieren verme al día siguiente de nuevo tras haber pasado sólo una noche con ella. Solo te digo que si todo lo que me has dicho lo piensas realmente, no te preocupes, porque yo seré el primero que te dejará en paz y hablará menos contigo y en otro tono. Pero si de lo contrario, solo me has dicho todo eso, que me ha dolido bastante, por cobardía...eres una niñata... Entiendo que tengas miedo, pero yo ya tengo diecisiete años, y laa ideas muy muy claras, desde siempre. No hace falta que digas nada, Tami, pero si de verdad solo me ves como un amigo, no te preocupes porque aquí seguiré, aguantando tus sollozos nocturnos por un gilipollas que no te valora y que no merece ni que le saludes. Bueno....ya te he dicho todo lo que pensaba, entiéndeme y, de verdad, piénsatelo bien. Buenas noches princesa, soñaré contigo, hazlo tú también, anda.
-Esca, yo...
-Shhh, no digas nada... Descansa, pitufa. Estoy tranquilo. El que la sigue la consigue.

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