How I see the world

domingo, 16 de noviembre de 2014

Otoño impaciente.

Tal vez este otoño ya no sea el mismo,
tal vez tus brazos ya no sirvan de abrigo.
Tal vez las hojas caigan sobre el mío,
tal vez recuerde que dejaste a medias tu camino.

Y qué decir tiene que en la noche del frío no me libere,
¿acaso era yo friolera, antes de que te fueras?
¿acaso no lucía yo mis manos, cual viejo mago?

¡Ah, pero qué frío tan deseado, ya lo entiendo
eres tú, cuidándome desde el cielo!
Mi protector, mi vida, mi hombre sereno,
ya no cabe duda, eres tú abuelo.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Hoy estaba mirando con unos amigos varias imágenes en blanco y negro de distintos lugares de Londres. Rápidamente supimos que uno de ellos era en el London Eye; otro, en el Big Ben y otro más, en el Buckingham Palace y, al intentar adivinar el siguiente me quedé fascinada al darme cuenta de lo que estaba viendo. Increíble, era un castillo montado en infinitas nubes en el cielo, como si estuviera flotando sobre éstas. 
Creo que pensé demasiado alto porque una voz retumbó en mis oídos: '¿Pero qué dices? estás ciega, eh, tía, ja, ja, ja'.
Con todo esto lo que os quiero decir es que qué feliz me sentí en ese momento, al pensar que para la supuesta realidad mayoritaria yo estaba equivocada, pero para los que viven con la felicidad y magia en sus venas, para los 'equivocados', les alegra escuchar algo así, y mucho. Nos damos cuenta de lo realmente afortunados y diferentes que somos respecto al resto en ese aspecto y que ese sentimiento de Peter siempre te va a acompañar, que tu forma de vida sea la ficción y tu dios, Robin Williams. Doy gracias por haber visto nubes de algodón en vez de árboles.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Para ti.

Dicen que, cuando alguien se va, una estrella más ilumina nuestro cielo. Llevo seis meses mirándolo cada noche, pero no te encuentro. Tal vez sea porque creo verte en todas ellas, o tal vez porque me apene la idea de que te has ido y que aún no me he dado cuenta.

A veces, cuando me encuentro con tu mejor amigo, me dan ganas de ir corriendo y darle el abrazo más grande del mundo y llevarme así horas, como te hacía todas las mañanas.
A veces, cuando paso por ese bar, nos imagino bebiendo nuestras súper coca-colas y también te imagino exigiendo aceitunas aliñadas para tu nieta.
A veces, duermo con tu camiseta por las noches bajo la almohada para intentar soñar contigo, para cogerla y abrazarla hasta que amanezca, o para secarme las lágrimas si te recuerdo.
A veces, extraño tus voces diciéndome que soy una torpe, que no diga nunca más la palabra 'hostia', o que me centre en los estudios y me deje de fiestas.
A veces, recuerdo tu olor, tu risa y el tacto de tu barba.
A veces, sólo a veces, me paro y pienso lo difícil que se me hace no tenerte cerca y las ganas que tengo de decirte lo mucho que te quiero.

Es raro ir a verte a un lugar inhóspito, cerrado y oscuro como es el cementerio, como es tu tumba, y me impotencia el sólo pensar lo agobiado que tienes que estar ahí dentro. No es tu hábitat. Nunca lo ha sido. Un sitio vacío, lleno de sentimientos perdidos. Tú eras más de reuniones familiares en el campo, de disfrutar día a día cómo tus nietos ya no te llegaban por la cintura y en comentar lo mejores personas que se estaban haciendo con los años.

Si puedo culparte de algo, es de todas las broncas que me has echado durante 18 años de mi vida, de preocuparte tantísimo por mí, y de quererme como a una hija. Creo que son motivos suficientes para quererte con locura y sentir que te necesito cada segundo. Quizá, me cuesta ver qué decisiones son las correctas para elegir y andar con soltura en mi propio camino; quizá sea una irresponsable que pasa de todo lo negativo que me rodea. Pero de ti no puedo alejarme. Es algo inevitable el no mirar tu foto cada vez que entro en casa y regalarte una sonrisa, y rodear con mis brazos uno de tus bastones. Haces que sea tan fuerte como ese bastón de madera robusta que tanto se te asemeja. Estabas echo de una materia dura y fuerte, serena, y en la que te podías apoyar cuando todo iba mal. Estabas echo de una materia especial, incluso podría atreverme a decir que de una materia mágica, que pocos teníamos el gusto de conocer.

Y hoy, 26 de septiembre de 2014, tengo el gusto de decir que, a pesar de todo esto, soy la niña más feliz del universo. Gracias y mil gracias por hacer de mí una chica generosa, sencilla y sin prejuicios. Desde aquí te mando todas las bendiciones que pueda regalarte, infinitas.




Siempre en mí.


miércoles, 17 de septiembre de 2014

¿Hasta dónde es capaz llegar el ser humano para alcanzar la fama?

En mi opinión, creo que es muy triste la falta de autoestima y poca dignidad que poseen los famosos tertulianos de hoy en día. Parece increíble hasta dónde puede llegar una persona por la fama, por ser lo más conocido posible, sin importarles el qué dirán, incluso metiendo mierda de ellos mismos sólo para conseguir polémica, audiencia y algo de pasta. Pero hay algo que me apena aún más: la gente que los ve y los apoya.
Dichos famosos del cotilleo se pasan gritando horas en un plató de televisión, humillándose los unos a los otros y perdiendo la intimidad que puedan tener. Y lo mejor de todo es que les da igual, es más, se lo agradecen entre ellos ya que dormirán esa noche con un sobre lleno de billetes bajo la almohada.
Además, por si fuera poco aguantarlos en sus intervenciones por los medios de comunicación, también tenemos que aguantar ahora cómo 'escriben' y venden libros sobre su vida, de cómo se hicieron famosos o a saber de qué... Libros que resultan ser best-sellers en librerías a manos de niñas de quince años. Ni Valle-Inclán puede hacer eso.
Es absurdo pensar que una cría pueda llegar a algo el día de mañana si se alimenta de dichas tertulias, y que encima, cuentan con el apoyo de los padres( ellos lo ven como algo normal y/o 'de moda').
En conclusión, creo que la gente debería empezar a darse cuenta de que si eso es lo que les llena en la vida, y que si verdaderamente ven normal lo que hacen y les merece la pena. Programas como 'EL intermedio', sí pueden enseñarle valores a tus hijos. Y a ti. 'Sálvame Deluxe' o 'Myhyv' también: una mala educación, o quién sabe, un embarazo indeseado.

jueves, 3 de julio de 2014

26 DE JUNIO DE 2014.

En un día como este de hace tres meses, el hombre más importante de mi vida se fue. No han echo falta meses para olvidarle, ya el primer día de su pérdida lo echaba de menos. Y el sentimiento va creciendo a medida que pasan los días y no lo veo conmigo. Los atardeceres ya no tienen ese color especial como cuando estaba él, ahora son mejores.
Hoy hace un día soleado, qué pena que no podamos disfrutarlo juntos. Apuesto a que estaríamos sentados en el bar junto a su casa tomándonos un refresquito, una Coca Cola Zero de las que tanto le gustaban, a las que llamaba al pedirlas: ' dame mi cacharrito y otro cacharro de esos pa' esta guapa', acompañado de unas aceitunitas que siempre pedía para su nieta pequeña favorita, osea yo. Solía decir que, con tan sólo bebernos eso, ya nos emborracharíamos. La verdad, lo parecía. Estábamos tan unidos... Cada tiempo que pasaba con él, parecía el último, los disfrutaba tanto que pareciera que estuviera hablando con un niño de ocho años. Era increíble el grandísimo corazón que tenía, y sus ganas de vivir. Pero al abrazarle fuerte y darle besos por toda la cara, notaba que no era así por fuera. Por fuera tenía una barbilla rasposa, la de un hombre de 74 años que se había criado en el campo, con sus borregas, y las cuales había sustituido por otras a las que seguía cuidando, y que así sería hasta el fin de sus días. Y así nos parecía que sería, pero justo antes de aquello, de aquella maldita enfermedad que nos lo arrebató.
Su presencia sigue hoy con todos nosotros y, aunque no podemos verlo, estamos seguros de que él nos cuida tal y como lo hacía cuando estaba aquí, o incluso mejor... Y eso, quien mejor lo sabe es mi abuela, a la cual le hemos cambiado el nombre por 'abuelita'. Se ha vuelto aún más pequeñita desde entonces, y no solo por fuera. Verla todo el día con la mirada perdida, y suspirando 'Ay qué penita más grande, qué penita...', me hace pensar en los momentos tan felices que habrán vivido juntos. Y los malos, que tampoco fueron pocos, pero que se esfumaron con el paso de los años y que hasta hace tres meses, seguían juntos como una piña.
Era un hombre ejemplar, y eso nunca vamos a borrarlo de nuestra mente. Ni sus bastones, ni sus sombreros. Ni su risa, ni sus historias. Tampoco su olor a jovencito y las ganas que tenía de vivir hasta los ciento y pico. Vivir con él 18 años y que me tratara como una hija ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida, y hoy, me siento con ganas de contároslo.
Te sigo queriendo con toda mi alma, abuelo, y desde aquí, te mando todas las bendiciones que mi corazón puede regalarte, infinitas.
Gracias por ser como has sido, gracias por protegernos siempre, y gracias por haber existido. Te quiero mucho, muchísimo, pastorcito. Y eso, nunca va a cambiar.

lunes, 16 de junio de 2014

632 kms (13)

Por la noche, andaba algo triste. Por una parte, porque sabía que algo en Samu se había accionado, pero que ni él mismo quería saberlo. Y si él no quería...nunca podría expresar sus sentimientos conmigo. Por otra parte, imaginar que podría perder a Esca por no corresponderle me ponía enferma...Hasta hoy, el que de verdad me había demostrado las cosas y no le había importado el qué pensarían, el que viva a kilómetros, el que nunca me había visto, había sido sólo él. Pero quizás el saber que a él siempre lo tendría y que a Samu tendría que currármelo para que volviera conmigo, es lo que me hacía no caer, no tirar la toalla a la mínima de cambio, y seguir luchando por alguien por el que había sentido tanto. Y que seguía sintiendo. Yo sola me motivé, y desde ese momento, me propuse pasar de él. Bueno pasar...hacer como la que pasaba, y que quien me importaba ahora era Esca. Y hablarle de él. Aunque no fuera verdad, creía que funcionaría.
Y así fue. Iban pasando los días y ya era él quien me hablaba, quien me preguntaba cómo me iba todo y que qué sentía realmente por Esca. Yo le decía que un cariño especial; otras veces, que me veía saliendo con él y que lo veía muy real todo, que si aceptaba salir con él, las mentiras acabarían y la paz llegaría a mí. Samu me daba la razón, y me 'animaba' a que saliera con Esca, pero yo no me lo creía. Demasiados meses hablando con él cada día por Msn y Tuenti falso como para no conocerle.
Cierto día, vió que tenía puesta en Msn una foto de un chico. Me preguntó que quién era, y le dije la verdad: Esca. No se por qué me dijo indirectadamente que estaba celoso y que le dolía que lo hubiera olvidado tan rápido, que pensaba hasta hace poco que seguía enamorada de él. 'Y así es, imbécil...', pensaba yo constantemente. Le dije que una se cansa de chicos inexpresivos, de chicos que no sabes si están por ti, o si siguen con su ex-novia. Y que olvidarle, es lo mejor que me podría venir. Su respuesta fue: no decirme nada. Nada. Seguía como antes, cerrándose. Opté por empezar a pasar de él, pero de verdad.
Los días pasaban y las cosas con Esca iban a mejor. Me llamaba todas las noches a nuestra hora especial, me contaba aventurillas que le pasaban cada día, y hasta me presentó por Msn a su hermana pequeña de 9 años, que tenía la misma edad que mi hermano. Nos llevábamos muy bien; además, ella me animaba a que saliera con su hermano porque decía que 'Tete no para de hablar de ti y eres muy guapa, yo te quiero como hermanita, no a la feita de Nuria'. JAJAJAJA. Esta niña me encantaba, dios. 'Ojalá pudiera salir con tu hermano, cariño, pero los mayores somos muy complicados, no sólo basta que nos gustemos, a veces hay muchos obstáculos y...bueno, yo quiero mucho a tu hermano, es muy buen niño, y quién sabe, tal vez algún día...' . ¿De verdad le había dicho eso a la niña? Recé para que Esca no lo hubiera leído. Pero supongo que no recé del todo bien porque al segundo me respondió con un: 'Tami, termina la frase, por tu madre'. El corazón se me puso a mil, porque sabía que era Esca quien había escrito eso. Para empezar, porque Sara, su hermanita, me llamaba Tamita. Y en segundo...porque lo conocía demasiado bien.

viernes, 13 de junio de 2014

632 kms (12)

Ambos colgamos. Se le veía decidido y seguro de lo que decía. Pero yo, sintiéndolo mucho, no le creía. O no quería creerle.  Me di cuenta al hablar hoy con él que todo el cariño que le había cogido, las ganas de besarle, y de abrazarle y de no soltarlo, solo eran parte de mis carencias afectivas por parte de Samu. Mi relación con Esca era la de dos adolescentes que se conocen en un momento de sus vidas en las que echan en falta algo de cariño, y se apoyan en la primera persona que les demuestra sinceridad y ganas de vivir. Para mi Esca, él ya lo sabe, se ha convertido en alguien muy especial, que siempre me va a tener ahí para lo que quiera, menos para una relación sentimental. Mi corazón ya no aguanta más desengaños, y estoy dejando de creer en el amor...
Al día siguiente, era sábado. Me desperté temprano, apenas había dormido. Abracé a MiniEsca, me levanté de la cama con él bajo mi brazo y fui a la cocina a hacerme un Colacao. Mi madre notó mi cara de cansancio, pero no me dijo nada. Estuve toda la mañana viendo 'Los hombres de Paco', mi serie favorita, y me conecté cuando terminé de ver el tercer capítulo de la primera temporada. Qué sentimental me ponía esa serie... Nada más conectarme a Messenger, me abrió Nuria, la hermana del mejor amigo de Esca, Álvaro. La conocí por su hermano, que le dio mi Msn porque Esca le hablaba de mi y le caí bien, o eso parecía. La verdad, nunca me dio buena espina esa chica, pero tampoco me parecía mala niña. Tenía 12 años y la trataba como si fuera mi hermana pequeña. Al cabo de un rato de conversación, noté que para lo único que me quiso hablar fue para, entre indirectas, decirme que le molaba Esca desde muy pequeña. Sin querer y sin pensarlo, me puse celosa. Estaba echa un lío... ¿Por qué me comportaba así si de quien estaba enamorada era de Samu? En fin...fue algo que no entendí. Le dije que intentara cuanto quisiera, pero que él solo la vería como una hermana, nada más. Me respondía con aires de superioridad, pero yo sabía de quién estaba enamorado mi Escalestrix. Y ahora, ¿por qué pensaba 'MI'? Uf...ayer fue una noche de bloqueos, de miedos, y de confesiones. Bueno, una cosa tenía clara: tenía que seguir hablando con Samu, intentándolo con él, que resurgiera la magia de nuevo, y... como ayer bien dijo Esca: 'el que la sigue la consigue', ¿no?
Busqué en mi lista de contactos a Samu y ahí estaba, conectado. 'Vale; ahora le hablas tranquila, sencilla y directa', me dije.
Hablamos como dos amigos, por lo menos por su parte, así que, aprovechando eso, le hablé de Esca. Hizo como el que le daba igual la cosa, y me preguntó por qué no salía con él o algo, que no le echara las culpas a la distancia porque nosotros dos estuvimos saliendo, aún viviendo él en Guadalajara y yo en Huelva. 'Vale, sé clara', pensé rápidamente. Le contesté con un: 'Samu...sabes perfectamente que lo nuestro era especial, hasta que decidiste dejar de conectarte y salir con aquella chica de tu pueblo. Para mí no fue fácil, es más, sigue sin serlo...Samu, te sigo queriendo. Y si no sientes ya lo mismo por mí, y además, te molesta, no tienes más que decírmelo y te dejaré en paz de una vez por todas'. Las piernas me temblaban, la boca se me secó y el corazón me iba a mil. Samu era el único chico por el que había sentido de verdad, aún estando a 700 kms. A veces era un poco infantil e inseguro. A veces, era el chico más mono y dulce del mundo, y otras, hacía cómo que no le importaba nada. Y yo ya lo conocía, sabia que cuando hacía esto último, era porque quería huir del problema y no afrontarlo. Le seguía gustando, y yo lo sabía, pero tenía que hacérselo ver.
Seguí esperando una respuesta que nunca llegó, asique empecé a llorar de impotencia y apagué el ordenador de mala gana. Era un jodido gilipollas que pasaba de mí, pero que me encantaba...