How I see the world

miércoles, 7 de mayo de 2014

632kms(5).

Me desperté, me desperecé y miré la hora, íbamos bien de tiempo, cogeríamos el próximo autobús que salía justo del aeropuerto y nos llevaba al centro de Sevilla, de dónde cogeríamos otro autobús hasta Palos, todo iba tal y como lo planeamos.
Guardé el iPod en la mochila, la puse sobre mis rodillas y esperamos el aterrizaje.
Una vez que comenzó la gente a salir, cogí a mi hermana de la mano, tire de ella  y le dije:
-Venga, corre, o perderemos el autobús, tonta.
-Ya voy, ya voy, no me perisiones.- Me contesto ella, que desde pequeña se le atravesaba la palabra 'presión'
Reí levemente y bajamos del avión, recogimos las maletas y fuimos hasta el autobús. Pagué los dos tickets y subimos, todo normal, transcurrimos el viaje entero jugando al 'veo veo', ya que Sara se mosqueó conmigo por que siempre conseguía ganarle.
Llegamos al centro de Sevilla y repetimos el mismo proceso. Este viaje fue mas largo, así que de nuevo, mi hermana se quedó dormida, yo simplemente me dediqué a mirar por la ventanilla, sin saber por qué, esperando que algo acelerase la velocidad del autobús.
Llegamos a la parada, estaba más nervioso que nunca, las manos me temblaban, no podía hablar, me daba miedo bajar del autobús, y eso mi Sara lo notó; me dio la mano, tiró de mi y me gritó:
-¡Vamos, so' tonto! ¿O vas a dejar que un miedecito te impida ver a Tamita? -Cabeceó, lo decía muy enserio.
-Se llama Tami, tonta -Le corregí- y no, no voy a dejar que el miedo me lo impida.
Le solté la mano y cogí las maletas de ambos, me dirigí a la puerta del autobús y me dispuse a bajar.
Primer escalón; todo bien.
Segundo escalón; los nervios me corroían.
Tercer y último escalón; alcé la cabeza y la vi, los nervios me mataban y las ganas de lanzar las maletas a la mierda y correr a abrazarla eran increíbles.
Solté lo mas rápido que pude las maletas en el suelo y ayudé a bajar a mi hermana.Sin ni siquiera preocuparme de nada, corrí hacia ella, en ese momento ella me vio y también corrió hacia mi; me paré en seco y la esperé con los brazos abiertos.Saltó a mi cuello y me abrazó con todas sus fuerzas, yo la sujeté por la cintura y terminó por rodear mi cadera con sus piernas, quedando totalmente encima de mi.
-Esca, cariño, cielo... -Repetía una y otra vez, con la voz algo temblorosa, me daba la impresión de que ella estaba tan nerviosa como yo.

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